Un pequeño panda llamado Ping vive tranquilamente junto a sus padres y disfruta el día a día jugando junto a su amiga dragón Jielong. Pero un día, su amiga es capturada y llevada a África, por lo que sin más el panda parte a rescatarla, atreviéndose a enfrentar grandes obstáculos.
El camino será muy complejo, pero irá conociendo nuevos amigos que lo ayudarán en su objetivo principal, además de ir descubriendo que siempre es importante compartir vivencias y realidades, para entender al resto.
Un monito muy particular se convertirá en el principal aliado del panda y, aunque en un principio no es de fiar, luego se encariña y ayuda a Ping en esta gran travesía que emprende, dándose cuenta que la amistad es más fuerte que muchas cosas en esta vida.
Un malvado león, tío del joven príncipe de la manada, es quien secuestró a Jielong, y quien intenta crear rivalidad entre leones y hienas, por lo que el pequeño Panda no solo vive las dificultades propias de un viaje tan largo, sino que también lucha contra la maldad y la ambición.
El valor de la amistad resalta en toda la historia, tanto en los antiguos, como en los nuevos amigos, demostrando que gracias a ésta se pueden conseguir grandes cosas y relaciones que marcarán nuestra vida para siempre.
Lo desconocido es otro factor que se toca en la trama, cómo nos enfrentamos a aquello que no nos es cercano y de qué manera nos interiorizamos con lo nuevo. Un viaje con grandes enseñanzas y lleno de aventuras que cautiva a grandes y chicos.
Si quieres disfrutar de esta cinta de animación danesa, “Un panda en África”, ya se encuentra en salas de cines del país.
