Nosferatu de Robert Eggers: la reinvención “elevada” del clásico inmortal
Protagonizada por Nicholas Hoult y Lily-Rose Melody Depp, la película ya está en cines chilenos.
Ha pasado más de un siglo desde que la Nosferatu de F.W. Murnau debutó en pantalla grande, convirtiéndose en todo un hito, no solo por su innovador uso del expresionismo, sino también por la inquietante figura del Conde Orlok, que marcó un antes y un después en la representación de los vampiros en la cultura popular. Si bien, Herzog hizo un excelente trabajo homenajeando a su coterráneo con el fascinante remake de 1979, ya era hora de que el vampiro regresara de la muerte, y Robert Eggers ha querido asumir el reto con una versión mucho más personal y grandilocuente, que de alguna manera sigue la línea de su trabajo hasta ahora, tras “La Bruja”, “El Faro” y “The Northman”.
Eggers mantiene su estilo distintivo, a través de una fotografía cuidadísima, una lograda atmósfera gótica y -especialmente- un excelente trabajo de investigación histórica, que profundiza en los elementos folclóricos. A lo largo del filme, podremos presenciar curiosos rituales paganos, así como decenas de referencias a la alquimia y lo oculto, lo que indica que se investigó lo suficiente para expandir el gigantesco lore del vampiro al público.
Eso sí, para quienes ya vieron las versiones anteriores, hay pocas novedades argumentales dentro de esta nueva adaptación, la historia es básicamente la misma. El director creó un monstruoso híbrido con la trama del filme original y la novela de Bram Stoker, para desarrollar un siniestro e intenso relato sobre el amor, la muerte y la maldad, que destaca por un ritmo pausado, momentos que bordean el cine mudo (como todo el inicio cuando envían a Thomas al Cárpatos, aunque bellamente filmada) y la presencia de un Orlok mucho más realista y malvado. Interpretado por un irreconocible Bill Skarsgård, su versión del Conde llama inmediatamente la atención por su amenazante figura casi pútrida, su voz lenta y un notorio bigote, que ha dado mucho que hablar. Esta nueva imaginación del personaje, trae algunos “jumpscares” junto a él, para el público actual.
El reparto se completa con un elenco de primera que incluye a Nicholas Hoult, Willem Dafoe, Aaron Taylor-Johnson, Ralph Ineson, y Lily-Rose Melody Depp, quien realiza la mejor interpretación de su corta carrera, como Ellen Hutter. Porque mientras las demás películas de Drácula se centran en el vampiro, Eggers pone el foco en ella, en su enlace con lo oculto y lo sobrenatural. La película no sería lo mismo sin su presencia, con su rostro casi alienígena, y su efervescente corporalidad.
Por supuesto, como buen cinéfilo y amante del cine de horror, el cineasta no duda en dejarnos un montón de referencias al género, como el pseudo exorcismo que le hacen a Ellen (con momentos similares a la cinta de Friedkin) o la brutal/bellísima escena final, donde se homenajea directamente a “Possession” y, sin ánimo de spoilear, a Nekromantik.
Obra maestra o no, sin duda, la nueva “Nosferatu” es un impecable trabajo de un autor que ya ha establecido su propia voz, y al mismo tiempo una gran oportunidad de traer de regreso al cine de horror a las grandes ligas. Pero si se prefiere lo clásico, siempre estarán con nosotros las dos joyas que dejaron en su momento Murnau y Herzog.
Ya está en cines chilenos.