"Napoleón"… Y esa extraña relación de amor y traición
Esta historia ha sido contada antes, pero ahora es la relación de Josefina y Napoleón la que guía la trama, dándole un toque distinto al relato.
Napoleón Bonaparte es un personaje histórico que siempre llama la atención. Su vida da cuenta de una lucha por poder que tiene variados ingredientes y vueltas. En esta película es definitivamente el amor, si se le puede llamar así, lo que va llevando la historia.
Protagonizada por Joaquín Phoenix y Vanessa Kirby, la cinta dirigida por Ridley Scott, tiene una vara alta que alcanzar por delante. El peso de la historia, las grandes batallas y la tormentosa relación con su esposa, nos llevan a un viaje que cumple con estos tópicos.
Su protagonista (Phoenix) se luce con una de esas grandes actuaciones a las que nos tiene acostumbrados, dando vida a un personaje complejo y egocéntrico de gran manera y con el talento que lo caracteriza.
Vanessa Kirby también demuestra ser una de las actrices talentosas del momento, entregando a Josefina una especie de aura misteriosa, donde vamos de a poco conociéndola y entendiendo su relación con Bonaparte.
Las batallas son un personaje en sí y, sin duda, lo que aporta la majestuosidad a un filme con un eje central de las características de Napoleón, un hombre que quiere perpetuar su nombre a través del tiempo y que busca ser más grande que los conflictos en los que se desenvuelve.
Otro punto a destacar es el vestuario y la ambientación, que nos trasladan en el tiempo e invitan a sumergirnos en una época llena de conflictos y enfrentamientos que se estudian hasta el día de hoy.
En casi tres horas de duración, podemos ver un lado de Bonaparte que nos acerca más a la persona que al personaje, en donde su amistad y amor eterno con Josefina, sentarán las bases de su vida y sus logros.
Si la quieres ver, ya se encuentra en las salas de cine del país.