Muere David Lynch a los 78 años: el cineasta nos deja un legado único
El inigualable artista sufría de enfisema pulmonar.
El director de cine David Lynch, responsable de clásicos como “Blue Velvet”, “Mulholland Drive”, la serie “Twin Peaks” o “El Hombre Elefante”, falleció este jueves a los 78 años, según informó su familia en un breve comunicado.
“Con profundo pesar, nosotros, su familia, anunciamos el fallecimiento del hombre y artista, David Lynch. Agradeceríamos algo de privacidad en este momento”, señalaron sus cercanos en un texto publicado en la página oficial del cineasta en Facebook. El comunicado concluye con la frase “Hay un agujero en el mundo ahora que ya no está con nosotros. Pero, como él diría, ‘mantén tu ojo en la rosquilla y no en el agujero’. Es un día hermoso con sol dorado y cielos azules”.
En agosto pasado, Lynch dio a conocer en una entrevista con la revista Sight & Sound, que padecía un enfisema pulmonar que le impedía salir de su casa. De hecho, consideraba poco probable volver a dirigir.
Pero, David Lynch no solo dirigió películas, creó universos. Su partida dejará un vacío imposible de llenar, pero su legado cinematográfico permanecerá como una guía para quienes buscan experimentar el arte desde lo más profundo de la mente humana.
Con una carrera que abarca màs de cuatro décadas, Lynch transformó el cine con su estilo surrealista (“Lynchiano” dirían algunos), su enfoque atmosférico y su habilidad para explorar lo desconocido. Entre sus filmes más icónicos se encuentra “Eraserhead” (1977), su ópera prima, que además es una pesadilla en celuloide que redefinió el cine experimental; “El Hombre Elefante” (1980), un emotivo relato sobre la dignidad humana que le valió ocho nominaciones al Oscar; la obra maestra “Terciopelo Azul” (1986) que revela los horrores latentes bajo la fachada de un pueblo idílico, con la aterradora interpretación de Dennis Hopper; y por supuesto, la serie “Twin Peaks” con la que redefinió la televisión y convirtió el nombre David Lynch en un ícono de la cultura pop, así como “Mulholland Drive”, quizás la mejor película del Siglo XXI.
Por supuesto, su carrera incluye otros trabajos notables como la primera versión de “Dune” (aunque odiada por muchos), las enigmáticas “Carretera Perdida” e “Inland Empire”, la rabiosa “Corazón Salvaje” (por la que recibió la Palma de Oro en el Festival de Cannes) y “Una Historia Verdadera”, quizás la película más hermosa de su filmografía.
Cabe mencionar también su relación con el compositor Angelo Badalamenti, con quien trabajó en varias oportunidades, y que con su música elevó las emociones de sus obras a un nivel casi espiritual.
Eso sí, David Lynch no se limitó al séptimo arte, fue primero pintor, luego músico, actor y defensor de la meditación, la cual consideraba clave para su proceso creativo. Si bien su cine no ofrecía respuestas fáciles, sus obras siempre invitan a reflexionar sobre el miedo, la belleza y el misterio de la vida. De hecho, su estilo único ha influenciado a generaciones de cineastas, como Christopher Nolan, Denis Villeneuve y Ari Aster.
Hoy despedimos a un genio que nos enseño a abrazar lo extraño y a mirar más allá. Sus palabras sin duda resuenan hoy más que nunca: “La vida es extraña, pero también es hermosa”.