"12 horas para el fin del mundo": entretención de la buena de principio a fin
La cinta rusa llega a los cines el 31 de agosto.
Su nombre para el público latino no le hace justicia, más si el original: “Mira”, que hace referencia a la inteligencia artificial que apoya el trabajo de una estación espacial rusa en órbita, y que es fundamental para la trama.
Lera es una adolescente traumatizada por un evento ocurrido durante su niñez que le dejó parte de su cuerpo quemado. Además, debe lidiar con el hecho de que su padre, Arabov, un astronauta que vive hace 6 años en el espacio, se alejó de su vida para no lidiar con las secuelas de su accidente, del que se siente culpable. Por otro lado, la madre se ha vuelto a casar con un hombre bonachón, el pequeño hijo de este, Yegor, y viene un bebé en camino. Lera jamás ha sido marginada de esta nueva familia, al contrario, pero la joven añora la que tenía de niña.
Cuando una inofensiva lluvia de meteoritos está por caer, un espectáculo que las personas de Vladivostok (ciudad cercana a la frontera de Rusia con China y Corea del Norte, donde nuestros protagonistas viven) desean ver a los lejos, un científico de la estación espacial descubre que las piezas serán mucho más grandes y agresivas con la tierra y con ellos. En un abrir y cerrar de ojos, un escenario catastrófico afecta a varios países gravemente. Vladivostok es invadida por estas enormes rocas de fuego desatando el pánico y la destrucción. Arabov, quien por culpa de estos meteoritos ha perdido a sus compañeros de trabajo y parte de la estación orbital, utilizará toda la información y capacidad de Mira para mantener a su hija y familia a salvo, aunque ponga en riesgo su vida. La inteligencia artificial no sólo será capaz de conectar a padre e hija para que este le ayude a sobrevivir, sino que también será una vía para unirlos emocionalmente.
"12 Horas para el Fin del Mundo" es una buena mezcla entre cine de catástrofe y drama familiar, muy bien contada, sin el exceso de lugares comunes del cine norteamericano. Aunque no deja de ser demasiado fantástica la funcionalidad de Mira y como resuelve todo.
Con efectos visuales de nivel y un excelente montaje paralelo en los momentos más álgidos que te mantendrán al borde asiento, hablamos de una cinta de acción envolvente, con muchos planos cerrados, de la que te sientes parte, no la ves desde fuera. Y aunque está lejos de ser una trama apocalíptica como indica su título en español, sin duda vale la pena verla en cines para asegurar la entretención de principio a fin. Otro punto a favor, son los personajes correctamente logrados, muy humanos, sin caricaturas, con virtudes y defectos.