El misterioso ‘suicidio colectivo’ de 11 miembros de una familia india
La docu-serie de Netflix “La casa de los secretos: muerte en Burari” muestra las aristas de este caso policial que, en 2018, paralizó a un país.
Netflix tiene una amplia oferta de documentales y docu-series -en su mayoría de factura propia- sobre casos policiales impactantes de distintas partes del globo, aunque la mayoría de ellos provienen de Estados Unidos.
Una de los últimos ingresos en esta materia es la serie de 3 capítulos proveniente de la India, llamada “La casa de los secretos: muerte en Burari”, trabajo investigativo sobre uno de los casos que más ha impactado a ese país en los últimos años: el fallecimiento de 11 miembros de una familia, colgados en su propio hogar.
La docu-serie dirigida por Leena Yadav, se adentra en el caso de la familia Bhatia. 11 personas de clase media que compartían hogar en el sector de Burari (Nueva Dehli). Tres generaciones de los 13 a los 77 años, donde había profesionales, estudiantes y comerciantes, quienes poseían un mercado a un costado de su casa. Personas normales, según sus vecinos y amigos.
En India, las familias suelen vivir juntas. Dos, tres, cuatro generaciones comparten hogar, mientras son regidos -por lo general- por el miembro más experimentado de la familia de sexo masculino. En el caso de los Bhatia, los tristes protagonistas de esta historia real, Lalit de 45 años, el hijo menor del expatriarca muerto en 2007, era quien estaba al mando de su gente. Una situación poco habitual, pero después de todo, él se había salvado de la muerte en dos ocasiones, y todos lo señalaban como muy maduro para su edad. Por lo demás, su esposa -master en sociología- tenía el temple perfecto para ayudarlo y acompañarlo en esta labor.
Aquella mañana de 2018, los vecinos del grupo encontraron extraño que su negocio estuviera cerrado, y ninguno de ellos diera señales de vida, por lo que al ingresar a la casa -que tenía la puerta abierta- fueron testigos, con horror, de que 10 de ellos yacían colgados de unas tuberías. Estaban juntos, atados de manos, con ojos vendados y oídos tapados; mientras que en otra habitación, se encontraba -también muerta- pero tendida en el piso, la más anciana del clan.
Dado que no había rastros de forcejeo, las cámaras de seguridad de la calle no delataban el ingreso de extraños, además de la disposición bizarra de los cuerpos; todo generó la duda razonable en la policía y en la gente en general: ¿es realmente un homicidio o un suicidio colectivo?
La aparición de unos cuadernos que relatan 11 años de supuestos rituales, órdenes del más allá y posesiones del fallecido patriarca a Lalit, expusieron una verdad que bordea el delirio, el fanatismo y un secreto que se llevaron todos a la tumba, pues nadie imaginaba siquiera lo que estaba ocurriendo por mucho tiempo en esa casa, menos si hablamos de personas con educación, con planes futuros (una de las jóvenes víctimas había celebrado días antes su fiesta de compromiso), los que jamás advirtieron a nadie de sus cercanos lo que les ocurría.
¿Que empujó a esta familia a seguir ciegamente los delirios mesiánicos de Lalit? ¿Cómo mantuvieron el secreto por años con niños de por medio? ¿Realmente pensaban que morirían en ese ritual del árbol de banyan? ¿Lalit mató a su familia? ¿Hubo participación de terceros? ¿Cuál es el rol de la prensa ante este tipo de hechos?
Esas son las interrogantes que busca develar esta docu-serie. Amigos de la familia, vecinos, periodistas, psicólogos, policías que investigaron el caso, dan su testimonio para intentar explicar estas escalofriantes muertes, donde sólo el perro del clan salió con vida.