"La cocinera de Castamar": no hay recetas para el amor
La producción de época española se encuentra dentro de lo más visto por los chilenos en Netflix.
Clara Belmonte (Michelle Jenner) es una cocinera con agorafobia que empieza a trabajar en la cocina del palacio de Castamar huyendo de un doloroso pasado, marcado por la muerte de su padre. Ahí se enamora de Diego, el Duque de Castamar (Roberto Enríquez), quien acaba de quedar viudo.
Así comienza esta historia de amor, en donde primarán las diferencias entre las clases sociales de la época, y cómo las apariencias definían las relaciones de las personas en esos años.
“La cocinera de Castamar” es un drama romántico de 12 episodios ambientado en Madrid de 1720. Esta producción está basada en la novela homónima escrita por Fernando J. Múñez.
Un verdadero puzzle de relaciones que nos llevará a conocer los pormenores de los distintos personajes, con una buena cuota de erotismo. Encuentros amorosos marcados por la clandestinidad.
Las escenas de pasión incluyen variados tipos de parejas, tríos y relaciones, aunque no son del todo explícitos.
La ambientación juega un rol importante en esta producción, de manera muy correcta nos trasladan a una época de lujos y excesivos gastos en ellos. También vemos cómo funcionaba la monarquía en esa época, lo que se diferencia bastante de la actual.
La protagonista Michelle Jenner tiene gran carisma, aporta esa identificación que siempre se busca en una heroína. Su personaje es, sin duda, el que más llama la atención por su dulzura y ángel.
El arte de la cocina es mostrado como un paralelo del romance. Así como los ingredientes de la comida seducen, lo hacen también los personajes con sus conquistas, tomando un rol principal que invita a dejarse llevar por el placer.
Esta serie nos invita a un viaje en el tiempo lleno de amores incompletos e imposibles, historias que siempre llaman la atención. Quizás de ahí viene su éxito en nuestro país, de la prohibida historia de amor que tiene todo en contra, pero los sueños a favor.