Adiós al Snyderverse: “The Flash” Ofrece un nuevo inicio para DC Studios
Luego de varias postergaciones y polémicas, finalmente Barry Allen tiene su propia cinta en solitario.
Seamos honestos. Para la mayoría del público el principal atractivo de la postergada película de ‘The Flash’ es la presencia de Michael Keaton, que 31 años después de la legendaria “Batman Returns” de Tim Burton, vuelve a ponerse la capa que lo convertiría en un icono cinematográfico y de la cultura pop. Porque los “comebacks”, el “fanservice”, “los multiversos” y los “crossovers” están de moda, y cualquiera de estos conceptos se traducen en un taquillazo.
Por otro lado, el trayecto del Universo Extendido de DC ha sido vertiginoso y turbulento en el último tiempo. Repleto de intentos fallidos, escenas finales que no llevaron a nada y una “historia” que no terminó de cuajar bien, sumado a la salida de Zack Snyder y al fracaso que significó el supuesto “cambio de jerarquía de poder” que prometía “Black Adam”, así como los cambios en la jefatura de DC, las películas canceladas y mucho más, por lo que realmente, se ha perdido el interés por lo que podría ofrecer el estudio a corto plazo.
No obstante, todavía seguía en el tintero la película en solitario de Barry Allen, que por si fuera poco, está protagonizada por Ezra Miller, un controvertido actor que, en el último tiempo, es más famoso por sus polémicas actitudes fuera de cámara que por su trabajo. Pero curiosamente, lo que parecía estar condenado al desastre, resulta ser una de las mejores películas del estudio, repleta de humor, emoción, nostalgia, escenas vibrantes y una excelente nueva oportunidad para los superhéroes de DC, que nos anticipa un buen futuro bajo las manos de los nuevos mandos.
La cinta (al parecer) está situada tras los eventos de Justice League. Trabajando aún junto al equipo, Flash se pasa los días resolviendo las emergencias a las que sus otros colegas no acuden, por ejemplo, ayudar a su (único) amigo Batman (el de Ben Affleck), a salvar a un grupo de bebés que están por caer de un hospital a punto de colapsar. Según él, es el “conserje” de la Liga de la Justicia, mientras intenta encontrar el balance entre su vida y ser un héroe.Por fin, podemos conocer más sobre la vida de Barry Allen, sus miedos, penas e intereses, más allá del personaje cómico que veníamos viendo. Pero una noche, cuando su triste pasado lo abruma, se entera que, además de moverse a velocidades sobrehumanas, puede viajar en el tiempo. Con ello, decide cambiar el pasado para que su madre no pierda la vida y su padre no sea injustamente culpado del asesinato. Pero su irresponsabilidad traerá consecuencias, alterando toda la línea temporal. Ahora, junto a otro Barry más jóven e inexperto, tendrá que arreglar el desastre, mientras, al mismo tiempo, aparece Zod (Michael Shannon), que nuevamente está en la Tierra en busca de Superman.
Dirigida por Andy Muschietti, en esta ocasión, el realizador no busca esconder en ningún momento el tipo de película que quiere hacer, con mucha comedia, efectos especiales, colores y emoción. Más cercana al tipo de cine que hace Marvel, o a la película de Shazam!, que a la oscura realidad de Snyder o El Joker, la cinta en solitario de Flash es consciente de que es una película sobre superhéroes, por lo que no se toma muy en serio a sí misma (algo que no es realmente malo), por lo que tiene la libertad de ser tan exagerada como quiera, planteando ideas y conceptos, a veces, un poco chiflados, pero que tienen sentido dentro del universo cómic.
Uno de los puntos claves del filme es la doble interpretación de Ezra Miller que, como si fuese un “doppelgänger”, entrega un amplio rango actoral, pasando desde la madurez y nerviosismo del Barry adulto, al relajo y excentricidad del Barry adolescente. La dinámica que el actor desarrolla consigo mismo, como si una relación de hermanos o un “buddy film” se tratase, permite indagar más sobre la personalidad del personaje, y por supuesto, de la versatilidad del polémico actor, especialmente en las bellísimas escenas junto a su madre Nora Allen, interpretada por una encantadora Maribel Verdú.
Por otro lado, Michael Keaton se siente como pez en el agua con su personaje de Bruce Wayne, ahora más viejo, huraño y malhumorado, pero sin nada que perder. Ver una vez más al Batman de Burton, con el logo antiguo, el Batwing sobre la luna y una banda sonora con reminiscencias a la compuesta por Danny Elfman será emocionante para quienes crecieron con el personaje.
Sin embargo, no son muchas sus escenas, por lo que los fans se quedarán con ganas de más.Eso sí, Batman tiene un mejor desarrollo que el de Supergirl (Sasha Calle). Su aparición, junto a la de Zod, son básicamente anecdóticas, no tienen el tiempo necesario para mostrar su potencial, y no generan el interés necesario.Probablemente, el mayor error de la película sea el excesivo uso de tecnología digital que, en muchísimas ocasiones, se ve mal, poco elaborado y parece más propio de un videojuego antiguo. Hay momentos en que el CGI es notorio, es evidente que los personajes están parados en una pantalla verde y se echa de menos los efectos prácticos, pero si no hay mucho resquemor con ello, la cinta sigue siendo disfrutable.
“The Flash” sirve como una emotiva elegía para el Universo Extendido de DC, que nació en 2013 con “Man of Steel” (por lo que volver a sus escenas no es casual) y, al mismo tiempo, es una nueva oportunidad para que nuevos rostros puedan vestir los trajes de héroes. DC Studios tenía una última chance y la aprovechó, esperemos que siga así.