Una de las atracciones turísticas que no te puedes perder en Palermo, la capital de la italiana isla de Sicilia, es la visita a uno de sus mercados al aire libre. Es una manera de conectar con la ciudad de una manera auténtica, ya que no solamente hoy son una importante expresión de la vida citadina, sino también una muestra de historia viva de una urbe que tiene siglos de existencia. El mercado de Ballaró, del cual hablaremos a continuación, es uno de los más antiguos mercados de Palermo; nació durante la presencia árabe en Sicilia que data de los siglos IX y X d.C, y hoy por hoy, es su mercado más grande. Pasear por las calles y plazas donde se instala Ballaró es toda una experiencia. Probablemente es el mercado europeo que más se asemeja a un zoco del norte de África, donde puedes encontrar productos de todo tipo: alimentos como carnes, pescados, charcutería, quesos, vinos; productos varios para el hogar; los infaltables recuerditos para los turistas; y, lo más interesante para el visitante, una gran cantidad de puestos y locales con servicio de comidas típicas de la zona. Por supuesto que en otras partes de la ciudad se pueden encontrar estos mismos platos con una calidad superior, pero la experiencia de comer en un mercado, al lado de hombres gritando en su dialecto intentando vender sus productos, y las calles llenas de potenciales compradores y curiosos, es un plus que solo se puede vivir en este lugar. Dentro de este barrio tan especial, también hay un espacio para aquellos que aman el buen arte y la exquisita arquitectura. A un costado, en la plaza Casa Professa, se encuentra la que para muchos es la iglesia más bella de la ciudad: la iglesia del Gesú. Este templo construido por los jesuitas en el siglo XVII, si bien por fuera no escapa a ser la típica iglesia jesuita-barroca de su época, esconde en su interior uno de los más bellos espectáculos que el barroco siciliano puede ofrecernos: pinturas, esculturas y artes decorativas fieles representantes de este particular ángulo localista del barroco, hace de la visita a la iglesia del Gesú casi un imperativo. ¿Cómo llegar al barrio donde se instala el mercado de Ballaró? Muy simple. Si llegas en tren, debes salir de la estación central de Palermo y caminar hacia tu izquierda unas pocas cuadras, tras lo cual encontrarás una de sus inconfundibles calles. En síntesis, está ubicado al sur del centro de la ciudad, por lo que puedes seguir caminando, tras la visita, hacia el norte y llegar a la céntrica calle Vittorio Emanuele. Si te interesa conocer más sobre este tradicional y entretenido lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Siracusa es una ciudad ubicada en el sudeste de la costa siciliana, al sur de la importante ciudad puerto de Catania (alrededor de 1 y hora y media de recorrido en autobús). Esta urbe fue fundada en el año 734 a. C por griegos provenientes de Corintios, llegando a ser, durante la época clásica de la Grecia Antigua, la principal y más poderosa ciudad-estado de toda la región conocida como la Magna Grecia (que correspondería hoy al sur de Italia). En este importante centro cultural nació y se desarrolló intelectualmente Arquímedes, quien fue inventor, matemático, físico y astrónomo (un Leonardo da Vinci de su época), cuya obra hoy puede ser conocida en un museo. La zona más visitada de esta ciudad de un poco más de 100.000 habitantes es su casco histórico, la llamada Isola d’ Ortigia. Fue en esta pequeña isla, hoy unida al resto de Siracusa por dos puentes, donde los griegos construyeron y desarrollaron su polis. Hoy es la zona que cuenta con más atractivo para una visita que pretenda descubrir la historia y disfrutar tanto de su rica arquitectura como de unos preciosos paseos junto al mar. Del pasado griego se puede observar las ruinas del templo de Apolo, y para aquellos amantes de la mitología, la llamada fuente de Aretusa: un hermoso manantial natural de agua dulce a solo metros de la costa del Mar Adriático desde donde emergió a la superficie la ninfa Aretusa. Este lugar es muy recomendable, además de estar al lado de un mirador que tiene excelentes vistas. Otro punto importante es la plaza del Duomo, donde se encuentra el edificio de la catedral de Siracusa, consagrado en el siglo VII d. C., y cuya base es el templo de Atenea que data del siglo V a. C. De hecho se conservan las imponentes columnas dóricas del primitivo templo en los muros de la actual iglesia. También recomendamos visitar la plaza de Arquímedes, en donde se encuentra la fuente más hermosa de la ciudad, la Fontana di Diana, una monumental obra de comienzos del siglo XX de inspiración barroca, que es digna de ser apreciada por largos minutos. Otro punto relevante es el mercado callejero de Ortigia. De dimensiones más reducidas que otros mercados sicilianos de su tipo, este destaca por su belleza y orden. En sus calles podrás encontrar el reconocido local de Caseificio Borderi, donde se venden los mejores sándwiches de la ciudad, y prácticamente otro de los imperdibles de esta zona. Si quieres conocer la isla de Ortigia, y además tienes curiosidad de conocer los famosos “sanguchitos” de Borderi, te invitamos a que veas el video a continuación.
La comida griega es catalogada como una de las mejores del mundo. Sus sabores, condimentos y productos son reconocidos en todo el mundo; si tienes la suerte de darte una vuelta por las tierras que alguna vez cobijaron a Platón y Aristóteles, el comer su comida típica es una de las actividades obligatorias. El caso de su capital, Atenas, no es muy distinto de otras importantes ciudades como las turísticas Roma, Florencia y Venecia; la bella París o la cosmopolita Barcelona. Sí, Atenas también cuenta con lo que se denomina en la jerga viajera como “trampas para turistas”, en otras palabras, restaurantes que cobran caro por comida que, en general (no siempre por supuesto), es de calidad inferior a la de un buen restaurante “autóctono”. Atenas, con una superficie metropolitana de aproximadamente 427 kms cuadrados y casi 6.000.000 de personas, tiene una oferta gigantesca si de encontrar “picadas” se trata. Obviamente que en un viaje corto, en donde se prioriza pasear por el centro turístico de la ciudad para visitar sus lugares emblemáticos como la Acrópolis o el edificio del parlamento griego (donde se puede ver el original cambio de guardia), probablemente no cuentes con mucho tiempo; y lo más a la mano es, precisamente esas hermosas tabernas y restaurantes repletos de turistas, en donde encontrarás, tanto en el ambiente como en la comida, una Atenas artificial. ¿Buscas una experiencia culinaria y cultural más auténtica? Pasamos a darte algunos consejos. Si no cuentas con mucho tiempo, puedes salir de la zona para turistas, es decir de todo lo que rodea a la Acrópolis y el barrio Plaka, y en pocos minutos disfrutar en los lugares donde comen los atenienses. Si lo tuyo es la comida rápida, en donde el gyro es el amo y señor (mas no lo único que puedes encontrar), te recomiendo ir a la zona de la plaza Omonia, la plaza central tradicional de la ciudad. Si prefieres comer comida típica, pero con un presupuesto limitado, en la zona de la avenida Syngrou hay varias alternativas. Ubicada en el sur del barrio Plaka, se puede ir caminando tranquilamente por la avenida donde se encuentra el Jardín Botánico (que a su vez está al sur del Parlamento). Si prefieres los restaurantes o cafeterías de un nivel más alto, la recomendación es el barrio llamado Kolonaki, al norte de la plaza Syntagma (la plaza de la Constitución que se encuentra frente al Parlamento). Un barrio tradicional que también cuenta con una oferta importante de tiendas de ropa de marca. Ahora bien, si el tiempo te alcanza, y quieres salir del centro de Atenas, te recomiendo visitar alguno de los municipios de corte más residencial que cuenta la capital griega, pero que también cuentan con sus centros, los cuales, por supuesto, están con escasas visitas de turistas, y cuentan con lugares para comer donde van casi exclusivamente griegos. Es el caso de Ilioupoli, al sur del municipio de Atenas, o, más al sur, de Glyfada, un balneario de lo más top en Grecia. Por supuesto estas son solamente algunas sugerencias, la capital griega tiene mucho más que ofrecer. Puedes ver nuestra nueva escapada por Atenas buscando comida típica en el siguiente video:
Queda muy poco para que llegue el verano y comiencen las vacaciones en Chile, por lo que muchos estarán buscando un lugar ideal para disfrutar sus días libres. El balneario de Canasvieiras , ubicado al norte de la isla de Florianópolis en Brasil , es uno de los destinos favoritos para los viajeros que buscan una combinación perfecta de playa, cultura y entretenimiento. Este encantador barrio costero, con su ambiente acogedor y variada oferta turística, se ha convertido en un imprescindible para quienes visitan el sur de Brasil. El barrio es especialmente atractivo para los viajeros chilenos por su accesibilidad y hospitalidad. La cercanía con el aeropuerto de Florianópolis, a solo 40 minutos en auto, facilita el viaje, y muchos locales turísticos cuentan con personal que habla español, haciendo que la comunicación sea más sencilla. Además, la amplia oferta de alojamientos, desde hoteles hasta departamentos, permite ajustarse a distintos presupuestos. Para alojarnos, nosotros elegimos Apart Hotel Roberto Monteiro, el cual destaca por la excelente atención de su personal, especialmente de Paulo Roberto, quien nos trasladó desde y hacia el aeropuerto. Las habitaciones son cómodas, limpias y espaciosas. Por otro lado, el desayuno es sumamente variado y rico. Otro de sus beneficios es que cuenta con reposeras y quitasoles gratuitos para los pasajeros que quieran disfrutar de la playa. Por otro lado, la zona destaca por sus playas de aguas cálidas y tranquilas, ideales para familias o para quienes buscan relajarse lejos del bullicio. Su arena blanca y fina invita a disfrutar de un día de sol y mar, mientras que sus aguas calmas son perfectas para nadar o practicar deportes acuáticos. La playa principal de Canasvieiras, es un lugar agradable, cómodo y genial para pasar unas buenas horas de descanso. Incluso, se puede comprar comida y brebajes, como Cocos, churros, choripanes, alfajores, entre muchos otros productos. Sin embargo, Canasvieiras no es sólo una exquisita playa, sino que además ofrece múltiples actividades para disfrutar, como paseos en barco pirata por islas cercanas como Ilha do Francês o Ilha de Anhatomirim, donde se pueden avistar delfines. También tiene una divertida vida nocturna, porque la zona cuenta con bares y restaurantes con música en vivo, desde samba hasta bossa nova. Y, por supuesto, tiene una espectacular gastronomía local, donde brillan las denominadas Churrasquerías, que son restaurantes especializados en carne asada, principalmente buffets, donde se puede comer abundante, muy rico y por muy buenos precios. Nosotros pudimos disfrutar de algunos locales como “Galpao Gaúcho”, “Costilla’s Grill” y “Ecco Trattoria” (especializado en comida italiana), todos sumamente recomendados. Para quienes planean visitar Canasvieiras, se aconseja reservar con anticipación en temporada alta y explorar otros puntos cercanos de la isla, como Jurerê Internacional y Lagoa da Conceição, que complementan la experiencia en Florianópolis con actividades adicionales. Porque Canasvieiras no es solo un destino, es una experiencia inolvidable para los chilenos que buscan sol, cultura y diversión en Brasil. Para conocer más, no te pierdas el capítulo de En Palco Condimenta de a continuación:
“Volare…oh, oh, Cantare…oh, oh…Nel blu, dipinto di blu…Felice di stare lassù…” resuena en nuestros pensamientos al llegar a Polignano a Mare, uno de los balnearios más cotizados por turistas italianos y extranjeros que visitan este pequeño rincón del sur de Italia. ¿La razón?. Esta ciudad, hoy de casi 20.000 habitantes y solo a 30 minutos en tren desde la capital de la región de Apulia, Bari, fue la cuna del cantautor Domenico Modugno, quien hizo de “Volare” un himno reconocido mundialmente. La ciudad le rinde homenaje a quien es considerado en la mismísima Italia como el cantante más influyente de la música italiana del siglo XX: una plaza abierta al mar lleva su nombre (excelente mirador para apreciar los acantilados) coronada con una estatua de Modugno con los brazos abiertos y con un fondo dipinto di blu, en alusión al videoclip de la famosa canción. Por supuesto, es uno de los lugares más visitados, formándose incluso filas para obtener una fotografía. Por supuesto, este no es el único atractivo de Polignano a Mare. El principal, sin lugar a duda, son sus playas rodeadas de acantilados, desde donde existen varios miradores para disfrutar de vistas únicas. La particular geografía es complementada por bellas edificaciones de color blanco, que le dan el contraste característico con el azul del mar y del cielo. Su ciudad vieja, a la cual se ingresa por el Arco Marchese, construido en 1530, es solo el inicio de un paseo en la que encontrarás concurridas plazas; pequeñas iglesias barrocas; y frases de personajes ligados al arte, de la talla de Jim Morrison y del chileno Pablo Neruda. Pero en esta aventura, lo más rescatable es poder disfrutar de cada pintoresco rinconcito escondido en sus laberínticas calles de muros blancos y hermoseadas con coloridas flores. No por nada es considerado uno de los lugares más lindos de la región. Como buen lugar receptor de miles y miles de turistas, Polignano a Mare cuenta con una amplia oferta gastronómica. Desde un restaurante considerado como uno de los más caros de toda Europa, que se encuentra en una cueva con vistas al mar en uno de los acantilados, hasta las típicas cafeterías italianas. Desde el punto de vista gastronómico, el fuerte son los pescados y mariscos, siendo famosos los paninos (sándwiches) con productos del mar. Pero también es común encontrar en la ciudad todo lo típico que se ofrece en la región de Apulia: focaccia barese, café leccese, pasticcioto, tetta della monaca, panzerotto, etc. Si quieres conocer más sobre este precioso lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Una de las atracciones turísticas que no te puedes perder en Palermo, la capital de la italiana isla de Sicilia, es la visita a uno de sus mercados al aire libre. Es una manera de conectar con la ciudad de una manera auténtica, ya que no solamente hoy son una importante expresión de la vida citadina, sino también una muestra de historia viva de una urbe que tiene siglos de existencia. El mercado de Ballaró, del cual hablaremos a continuación, es uno de los más antiguos mercados de Palermo; nació durante la presencia árabe en Sicilia que data de los siglos IX y X d.C, y hoy por hoy, es su mercado más grande. Pasear por las calles y plazas donde se instala Ballaró es toda una experiencia. Probablemente es el mercado europeo que más se asemeja a un zoco del norte de África, donde puedes encontrar productos de todo tipo: alimentos como carnes, pescados, charcutería, quesos, vinos; productos varios para el hogar; los infaltables recuerditos para los turistas; y, lo más interesante para el visitante, una gran cantidad de puestos y locales con servicio de comidas típicas de la zona. Por supuesto que en otras partes de la ciudad se pueden encontrar estos mismos platos con una calidad superior, pero la experiencia de comer en un mercado, al lado de hombres gritando en su dialecto intentando vender sus productos, y las calles llenas de potenciales compradores y curiosos, es un plus que solo se puede vivir en este lugar. Dentro de este barrio tan especial, también hay un espacio para aquellos que aman el buen arte y la exquisita arquitectura. A un costado, en la plaza Casa Professa, se encuentra la que para muchos es la iglesia más bella de la ciudad: la iglesia del Gesú. Este templo construido por los jesuitas en el siglo XVII, si bien por fuera no escapa a ser la típica iglesia jesuita-barroca de su época, esconde en su interior uno de los más bellos espectáculos que el barroco siciliano puede ofrecernos: pinturas, esculturas y artes decorativas fieles representantes de este particular ángulo localista del barroco, hace de la visita a la iglesia del Gesú casi un imperativo. ¿Cómo llegar al barrio donde se instala el mercado de Ballaró? Muy simple. Si llegas en tren, debes salir de la estación central de Palermo y caminar hacia tu izquierda unas pocas cuadras, tras lo cual encontrarás una de sus inconfundibles calles. En síntesis, está ubicado al sur del centro de la ciudad, por lo que puedes seguir caminando, tras la visita, hacia el norte y llegar a la céntrica calle Vittorio Emanuele. Si te interesa conocer más sobre este tradicional y entretenido lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Siracusa es una ciudad ubicada en el sudeste de la costa siciliana, al sur de la importante ciudad puerto de Catania (alrededor de 1 y hora y media de recorrido en autobús). Esta urbe fue fundada en el año 734 a. C por griegos provenientes de Corintios, llegando a ser, durante la época clásica de la Grecia Antigua, la principal y más poderosa ciudad-estado de toda la región conocida como la Magna Grecia (que correspondería hoy al sur de Italia). En este importante centro cultural nació y se desarrolló intelectualmente Arquímedes, quien fue inventor, matemático, físico y astrónomo (un Leonardo da Vinci de su época), cuya obra hoy puede ser conocida en un museo. La zona más visitada de esta ciudad de un poco más de 100.000 habitantes es su casco histórico, la llamada Isola d’ Ortigia. Fue en esta pequeña isla, hoy unida al resto de Siracusa por dos puentes, donde los griegos construyeron y desarrollaron su polis. Hoy es la zona que cuenta con más atractivo para una visita que pretenda descubrir la historia y disfrutar tanto de su rica arquitectura como de unos preciosos paseos junto al mar. Del pasado griego se puede observar las ruinas del templo de Apolo, y para aquellos amantes de la mitología, la llamada fuente de Aretusa: un hermoso manantial natural de agua dulce a solo metros de la costa del Mar Adriático desde donde emergió a la superficie la ninfa Aretusa. Este lugar es muy recomendable, además de estar al lado de un mirador que tiene excelentes vistas. Otro punto importante es la plaza del Duomo, donde se encuentra el edificio de la catedral de Siracusa, consagrado en el siglo VII d. C., y cuya base es el templo de Atenea que data del siglo V a. C. De hecho se conservan las imponentes columnas dóricas del primitivo templo en los muros de la actual iglesia. También recomendamos visitar la plaza de Arquímedes, en donde se encuentra la fuente más hermosa de la ciudad, la Fontana di Diana, una monumental obra de comienzos del siglo XX de inspiración barroca, que es digna de ser apreciada por largos minutos. Otro punto relevante es el mercado callejero de Ortigia. De dimensiones más reducidas que otros mercados sicilianos de su tipo, este destaca por su belleza y orden. En sus calles podrás encontrar el reconocido local de Caseificio Borderi, donde se venden los mejores sándwiches de la ciudad, y prácticamente otro de los imperdibles de esta zona. Si quieres conocer la isla de Ortigia, y además tienes curiosidad de conocer los famosos “sanguchitos” de Borderi, te invitamos a que veas el video a continuación.
La comida griega es catalogada como una de las mejores del mundo. Sus sabores, condimentos y productos son reconocidos en todo el mundo; si tienes la suerte de darte una vuelta por las tierras que alguna vez cobijaron a Platón y Aristóteles, el comer su comida típica es una de las actividades obligatorias. El caso de su capital, Atenas, no es muy distinto de otras importantes ciudades como las turísticas Roma, Florencia y Venecia; la bella París o la cosmopolita Barcelona. Sí, Atenas también cuenta con lo que se denomina en la jerga viajera como “trampas para turistas”, en otras palabras, restaurantes que cobran caro por comida que, en general (no siempre por supuesto), es de calidad inferior a la de un buen restaurante “autóctono”. Atenas, con una superficie metropolitana de aproximadamente 427 kms cuadrados y casi 6.000.000 de personas, tiene una oferta gigantesca si de encontrar “picadas” se trata. Obviamente que en un viaje corto, en donde se prioriza pasear por el centro turístico de la ciudad para visitar sus lugares emblemáticos como la Acrópolis o el edificio del parlamento griego (donde se puede ver el original cambio de guardia), probablemente no cuentes con mucho tiempo; y lo más a la mano es, precisamente esas hermosas tabernas y restaurantes repletos de turistas, en donde encontrarás, tanto en el ambiente como en la comida, una Atenas artificial. ¿Buscas una experiencia culinaria y cultural más auténtica? Pasamos a darte algunos consejos. Si no cuentas con mucho tiempo, puedes salir de la zona para turistas, es decir de todo lo que rodea a la Acrópolis y el barrio Plaka, y en pocos minutos disfrutar en los lugares donde comen los atenienses. Si lo tuyo es la comida rápida, en donde el gyro es el amo y señor (mas no lo único que puedes encontrar), te recomiendo ir a la zona de la plaza Omonia, la plaza central tradicional de la ciudad. Si prefieres comer comida típica, pero con un presupuesto limitado, en la zona de la avenida Syngrou hay varias alternativas. Ubicada en el sur del barrio Plaka, se puede ir caminando tranquilamente por la avenida donde se encuentra el Jardín Botánico (que a su vez está al sur del Parlamento). Si prefieres los restaurantes o cafeterías de un nivel más alto, la recomendación es el barrio llamado Kolonaki, al norte de la plaza Syntagma (la plaza de la Constitución que se encuentra frente al Parlamento). Un barrio tradicional que también cuenta con una oferta importante de tiendas de ropa de marca. Ahora bien, si el tiempo te alcanza, y quieres salir del centro de Atenas, te recomiendo visitar alguno de los municipios de corte más residencial que cuenta la capital griega, pero que también cuentan con sus centros, los cuales, por supuesto, están con escasas visitas de turistas, y cuentan con lugares para comer donde van casi exclusivamente griegos. Es el caso de Ilioupoli, al sur del municipio de Atenas, o, más al sur, de Glyfada, un balneario de lo más top en Grecia. Por supuesto estas son solamente algunas sugerencias, la capital griega tiene mucho más que ofrecer. Puedes ver nuestra nueva escapada por Atenas buscando comida típica en el siguiente video:
Queda muy poco para que llegue el verano y comiencen las vacaciones en Chile, por lo que muchos estarán buscando un lugar ideal para disfrutar sus días libres. El balneario de Canasvieiras , ubicado al norte de la isla de Florianópolis en Brasil , es uno de los destinos favoritos para los viajeros que buscan una combinación perfecta de playa, cultura y entretenimiento. Este encantador barrio costero, con su ambiente acogedor y variada oferta turística, se ha convertido en un imprescindible para quienes visitan el sur de Brasil. El barrio es especialmente atractivo para los viajeros chilenos por su accesibilidad y hospitalidad. La cercanía con el aeropuerto de Florianópolis, a solo 40 minutos en auto, facilita el viaje, y muchos locales turísticos cuentan con personal que habla español, haciendo que la comunicación sea más sencilla. Además, la amplia oferta de alojamientos, desde hoteles hasta departamentos, permite ajustarse a distintos presupuestos. Para alojarnos, nosotros elegimos Apart Hotel Roberto Monteiro, el cual destaca por la excelente atención de su personal, especialmente de Paulo Roberto, quien nos trasladó desde y hacia el aeropuerto. Las habitaciones son cómodas, limpias y espaciosas. Por otro lado, el desayuno es sumamente variado y rico. Otro de sus beneficios es que cuenta con reposeras y quitasoles gratuitos para los pasajeros que quieran disfrutar de la playa. Por otro lado, la zona destaca por sus playas de aguas cálidas y tranquilas, ideales para familias o para quienes buscan relajarse lejos del bullicio. Su arena blanca y fina invita a disfrutar de un día de sol y mar, mientras que sus aguas calmas son perfectas para nadar o practicar deportes acuáticos. La playa principal de Canasvieiras, es un lugar agradable, cómodo y genial para pasar unas buenas horas de descanso. Incluso, se puede comprar comida y brebajes, como Cocos, churros, choripanes, alfajores, entre muchos otros productos. Sin embargo, Canasvieiras no es sólo una exquisita playa, sino que además ofrece múltiples actividades para disfrutar, como paseos en barco pirata por islas cercanas como Ilha do Francês o Ilha de Anhatomirim, donde se pueden avistar delfines. También tiene una divertida vida nocturna, porque la zona cuenta con bares y restaurantes con música en vivo, desde samba hasta bossa nova. Y, por supuesto, tiene una espectacular gastronomía local, donde brillan las denominadas Churrasquerías, que son restaurantes especializados en carne asada, principalmente buffets, donde se puede comer abundante, muy rico y por muy buenos precios. Nosotros pudimos disfrutar de algunos locales como “Galpao Gaúcho”, “Costilla’s Grill” y “Ecco Trattoria” (especializado en comida italiana), todos sumamente recomendados. Para quienes planean visitar Canasvieiras, se aconseja reservar con anticipación en temporada alta y explorar otros puntos cercanos de la isla, como Jurerê Internacional y Lagoa da Conceição, que complementan la experiencia en Florianópolis con actividades adicionales. Porque Canasvieiras no es solo un destino, es una experiencia inolvidable para los chilenos que buscan sol, cultura y diversión en Brasil. Para conocer más, no te pierdas el capítulo de En Palco Condimenta de a continuación:
“Volare…oh, oh, Cantare…oh, oh…Nel blu, dipinto di blu…Felice di stare lassù…” resuena en nuestros pensamientos al llegar a Polignano a Mare, uno de los balnearios más cotizados por turistas italianos y extranjeros que visitan este pequeño rincón del sur de Italia. ¿La razón?. Esta ciudad, hoy de casi 20.000 habitantes y solo a 30 minutos en tren desde la capital de la región de Apulia, Bari, fue la cuna del cantautor Domenico Modugno, quien hizo de “Volare” un himno reconocido mundialmente. La ciudad le rinde homenaje a quien es considerado en la mismísima Italia como el cantante más influyente de la música italiana del siglo XX: una plaza abierta al mar lleva su nombre (excelente mirador para apreciar los acantilados) coronada con una estatua de Modugno con los brazos abiertos y con un fondo dipinto di blu, en alusión al videoclip de la famosa canción. Por supuesto, es uno de los lugares más visitados, formándose incluso filas para obtener una fotografía. Por supuesto, este no es el único atractivo de Polignano a Mare. El principal, sin lugar a duda, son sus playas rodeadas de acantilados, desde donde existen varios miradores para disfrutar de vistas únicas. La particular geografía es complementada por bellas edificaciones de color blanco, que le dan el contraste característico con el azul del mar y del cielo. Su ciudad vieja, a la cual se ingresa por el Arco Marchese, construido en 1530, es solo el inicio de un paseo en la que encontrarás concurridas plazas; pequeñas iglesias barrocas; y frases de personajes ligados al arte, de la talla de Jim Morrison y del chileno Pablo Neruda. Pero en esta aventura, lo más rescatable es poder disfrutar de cada pintoresco rinconcito escondido en sus laberínticas calles de muros blancos y hermoseadas con coloridas flores. No por nada es considerado uno de los lugares más lindos de la región. Como buen lugar receptor de miles y miles de turistas, Polignano a Mare cuenta con una amplia oferta gastronómica. Desde un restaurante considerado como uno de los más caros de toda Europa, que se encuentra en una cueva con vistas al mar en uno de los acantilados, hasta las típicas cafeterías italianas. Desde el punto de vista gastronómico, el fuerte son los pescados y mariscos, siendo famosos los paninos (sándwiches) con productos del mar. Pero también es común encontrar en la ciudad todo lo típico que se ofrece en la región de Apulia: focaccia barese, café leccese, pasticcioto, tetta della monaca, panzerotto, etc. Si quieres conocer más sobre este precioso lugar, te invitamos a ver el siguiente video.