Luego de su paso por la serie semillero “Euphoria”, la actriz Sydney Sweeney ha ido en ascenso, lo que le ha dado la oportunidad de participar en una variedad de géneros como la comedia romántica “Anyone But You”, el cine de superhéroes con la olvidable “Madame Web” e -incluso- el horror con su nuevo filme “Inmaculada”, que la reúne con el director Michael Mohan, luego de trabajar juntos en la serie “Everything Sucks” y el thriller erótico “The Voyeurs”. Este nuevo proyecto estuvo a punto de concretarse hace diez años, cuando Sweeney era solamente una niña. Sin embargo, el guion permaneció en un cajón durante una década hasta que la actriz (ahora adulta y con éxito) decidió revivirlo y llevarlo a la pantalla grande no sólo como productora, sino en el papel principal. La cinta sigue a Cecilia (Sweeney), una joven estadounidense que tras sobrevivir a un fatal accidente, decide enfocar su vida en la fe, por lo que viaja a Italia para ingresar a un convento como monja. Al comienzo, la bienvenida es cálida, especialmente del Padre Tedeschi ( Álvaro Morte), sin embargo, con el tiempo se irá dando cuenta que el lugar esconde secretos y algunas horribles muertes. Lo peor ocurrirá cuando Cecilia queda embarazada “milagrosamente”. Lo primero que llama la atención de “Inmaculada” es su lograda propuesta estética y visual. La película se enmarca dentro del subgénero “nunsploitation” que tuvo su peak en Europa durante la década de los setenta, y por lo general están interpretadas por monjas en conventos (como la fascinante “Benedetta” de Verhoeven). Además, el propio director ha dicho que varias de las influencias directas son clásicos como “El Bebé de Rosemary” y -principalmente- el giallo italiano, y eso se nota. La ambientación, el uso de colores exagerados, algunas muertes y la música, están sumamente logrados, creando una ambientación digna de Michele Soavi o Dario Argento. No obstante, no sólo la estética es primordial, y un punto clave es el guion, el cual desgraciadamente no tiene mucho que ofrecer, considerando que la sinopsis es casi calcada a la de “La Primera Profecía”, una cinta que salió hace muy poco, y es un proyecto mucho más redondo que este. Además, el giro final de la historia se siente anticuado, y se nota que es una idea que nació hace más de diez años. Porque la película tras la revelación final, deja de lado los elementos “demoníacos” para convertirse en una historia sobre mutación genética, body horror y científicos locos. Algo que quizás hubiese llevado mejor alguien como Brandon Cronenberg. Por otro lado, la cinta tiene demasiadas situaciones inverosímiles y que están al servicio de la escena, y el abuso de “jumpscares” es demasiado, considerando que se trata de un filme que ha sido vendida como una cinta de “horror elevado”, donde el miedo se genera por la tensión, la ambientación y la historia. Lo mejor de “Inmaculada” (y era de esperarse) es la interpretación de su estrella, quien lo da todo para crear un papel redondo. Sydney Sweeney se deja las mejores escenas, y expone un esfuerzo físico e interpretativo que para algunos podría ser notable, pero realmente es bastante genérico, aunque la escena final está bien lograda. Los fanáticos de sus pechos se lo pasarán de lo lindo. A pesar de su atractiva propuesta, y su exitosa campaña de marketing, “Inmaculada” no es la película que viene a salvar el cine de horror, sino más bien una cinta B con buenas intenciones, pero a la que se le podría haber sacado muchísimo más provecho con un director innovador. Algunos dicen que es la mejor interpretación de Sweeney, pero tampoco es decir mucho. Ya está disponible en salas nacionales.
Parece que 2024 es el año del “nunsploitation”, o mejor dicho, el cine relacionado con las monjas en conventos, que tan popular se volvió en Europa en la década del 70. En abril se estrenó “La Primera Profecía”, la genial precuela de “La Profecía”, que rescata el ambiente y el tono de la original, y para fines de mayo se espera “Inmaculada”, la nueva cinta de horror protagonizada por la actriz del momento, Sydney Sweeney (Euphoria) y Álvaro Morte (La Casa de Papel). Dirigida por Michael Mohan y escrita por Andrew Lobal, la cinta sigue la historia de Cecilia, una devota monja que es acogida en un remoto convento en la pintoresca campiña italiana, en busca de la consagración espiritual. Sin embargo, Cecilia pronto se da cuenta de que su nuevo hogar esconde oscuros y horripilantes secretos. Sweeney, quien también produce el filme, sostuvo que la idea de incluir a Álvaro Morte surgió luego de conocerlo en una gala, impresionada por su carisma. No dudó en ofrecerle el papel del enigmático Padre Sal Tedeschi, un sacerdote que juega un papel crucial en la trama. Catalogada por muchos como el filme de terror del año, “Inmaculada” llegará a salas chilenas el próximo 30 de mayo. A continuación, puedes revisar el tráiler.
Luego de su paso por la serie semillero “Euphoria”, la actriz Sydney Sweeney ha ido en ascenso, lo que le ha dado la oportunidad de participar en una variedad de géneros como la comedia romántica “Anyone But You”, el cine de superhéroes con la olvidable “Madame Web” e -incluso- el horror con su nuevo filme “Inmaculada”, que la reúne con el director Michael Mohan, luego de trabajar juntos en la serie “Everything Sucks” y el thriller erótico “The Voyeurs”. Este nuevo proyecto estuvo a punto de concretarse hace diez años, cuando Sweeney era solamente una niña. Sin embargo, el guion permaneció en un cajón durante una década hasta que la actriz (ahora adulta y con éxito) decidió revivirlo y llevarlo a la pantalla grande no sólo como productora, sino en el papel principal. La cinta sigue a Cecilia (Sweeney), una joven estadounidense que tras sobrevivir a un fatal accidente, decide enfocar su vida en la fe, por lo que viaja a Italia para ingresar a un convento como monja. Al comienzo, la bienvenida es cálida, especialmente del Padre Tedeschi ( Álvaro Morte), sin embargo, con el tiempo se irá dando cuenta que el lugar esconde secretos y algunas horribles muertes. Lo peor ocurrirá cuando Cecilia queda embarazada “milagrosamente”. Lo primero que llama la atención de “Inmaculada” es su lograda propuesta estética y visual. La película se enmarca dentro del subgénero “nunsploitation” que tuvo su peak en Europa durante la década de los setenta, y por lo general están interpretadas por monjas en conventos (como la fascinante “Benedetta” de Verhoeven). Además, el propio director ha dicho que varias de las influencias directas son clásicos como “El Bebé de Rosemary” y -principalmente- el giallo italiano, y eso se nota. La ambientación, el uso de colores exagerados, algunas muertes y la música, están sumamente logrados, creando una ambientación digna de Michele Soavi o Dario Argento. No obstante, no sólo la estética es primordial, y un punto clave es el guion, el cual desgraciadamente no tiene mucho que ofrecer, considerando que la sinopsis es casi calcada a la de “La Primera Profecía”, una cinta que salió hace muy poco, y es un proyecto mucho más redondo que este. Además, el giro final de la historia se siente anticuado, y se nota que es una idea que nació hace más de diez años. Porque la película tras la revelación final, deja de lado los elementos “demoníacos” para convertirse en una historia sobre mutación genética, body horror y científicos locos. Algo que quizás hubiese llevado mejor alguien como Brandon Cronenberg. Por otro lado, la cinta tiene demasiadas situaciones inverosímiles y que están al servicio de la escena, y el abuso de “jumpscares” es demasiado, considerando que se trata de un filme que ha sido vendida como una cinta de “horror elevado”, donde el miedo se genera por la tensión, la ambientación y la historia. Lo mejor de “Inmaculada” (y era de esperarse) es la interpretación de su estrella, quien lo da todo para crear un papel redondo. Sydney Sweeney se deja las mejores escenas, y expone un esfuerzo físico e interpretativo que para algunos podría ser notable, pero realmente es bastante genérico, aunque la escena final está bien lograda. Los fanáticos de sus pechos se lo pasarán de lo lindo. A pesar de su atractiva propuesta, y su exitosa campaña de marketing, “Inmaculada” no es la película que viene a salvar el cine de horror, sino más bien una cinta B con buenas intenciones, pero a la que se le podría haber sacado muchísimo más provecho con un director innovador. Algunos dicen que es la mejor interpretación de Sweeney, pero tampoco es decir mucho. Ya está disponible en salas nacionales.
Parece que 2024 es el año del “nunsploitation”, o mejor dicho, el cine relacionado con las monjas en conventos, que tan popular se volvió en Europa en la década del 70. En abril se estrenó “La Primera Profecía”, la genial precuela de “La Profecía”, que rescata el ambiente y el tono de la original, y para fines de mayo se espera “Inmaculada”, la nueva cinta de horror protagonizada por la actriz del momento, Sydney Sweeney (Euphoria) y Álvaro Morte (La Casa de Papel). Dirigida por Michael Mohan y escrita por Andrew Lobal, la cinta sigue la historia de Cecilia, una devota monja que es acogida en un remoto convento en la pintoresca campiña italiana, en busca de la consagración espiritual. Sin embargo, Cecilia pronto se da cuenta de que su nuevo hogar esconde oscuros y horripilantes secretos. Sweeney, quien también produce el filme, sostuvo que la idea de incluir a Álvaro Morte surgió luego de conocerlo en una gala, impresionada por su carisma. No dudó en ofrecerle el papel del enigmático Padre Sal Tedeschi, un sacerdote que juega un papel crucial en la trama. Catalogada por muchos como el filme de terror del año, “Inmaculada” llegará a salas chilenas el próximo 30 de mayo. A continuación, puedes revisar el tráiler.