Nápoles es reconocida como la ciudad en que nació uno de los platos más populares del mundo, la pizza, y también por tener una amplísima oferta de restaurantes y las tradicionales trattorias. Pero dentro de las posibilidades que ofrece la capital de la región de Campania, existe una rama de la gastronomía que es la predilecta de viajeros que, por razones de presupuesto y/o de tiempo, prefieren comer algo rápido en la calle: la comida callejera. Y si eres uno de estos viajeros, Nápoles es el paraíso, puesto que su Street Food combina tres importantes características: innumerables opciones, precios bajos y productos de calidad tan buena como la de cualquier establecimiento de mantel largo. Pasamos, a continuación, a ver algunas de las comidas más tradicionales que puedes encontrar en los múltiples locales que prácticamente “decoraran” las principales (y las no tanto) calles napolitanas. No solo existe la pizza redonda típica (en Nápoles, la pizza es considerada un alimento popular, por lo que la puedes encontrar a bajo precio) que puedes comer en la calle, sino también una serie de tipos de pizza hechas para el consumo en cualquier lugar, sin necesidad de una mesa ni cubiertos. Comenzamos por la llamada pizza portafoglio, una pizza redonda de diámetro inferior a las que se sirven al plato, y que te pasan doblada en cuatro con un papel. Generalmente solo viene con tomate y queso fior di latte. Comimos una en la pizzería Tutino dal 1935 (Cesare Carmignano n°79); si bien no se encuentra en la zona más turística de la ciudad, ofrece una portafoglio recomendada por los propios napolitanos…y no se equivocan. También puedes optar por una pizza frita: con la forma de nuestra empanada, pero con masa de pizza. La típica contiene, además del tradicional tomate, queso fior di latte y cerdo, queso ricota. Esta se encuentra en todas las pizzerías, que al igual que la pizza portafoglio, es ofrecida en unos pequeños quioscos que generalmente se ubican en las entradas de los establecimientos. También puedes elegir por comer una pizza montanara, una pizzeta redonda con masa de pizza frita, que se complementa con tomate, queso y albahaca. Nosotros probamos la de la pizzería de Michele Tutino (Via Toledo n° 251) y no nos decepcionó. Al igual que en toda Italia, en Nápoles encuentras la famosa pizza al taglio, al corte, tan famosa en Roma. Pero en la ciudad donde Maradona es D10S, la vas a encontrar con el nombre de focaccia napoletana, distinguiéndose de la pizza napolitana auténtica redonda. Parecida a esta “focaccia” también puedes comer una pizza parigina, que, en términos generales, es una variación de este trozo de pizza cortado desde una plancha. La parigina básicamente es una focaccia, pero cubierto con una delgada masa de hojaldre, algo así como una pizza cubierta. Si te gustan las frituras, Nápoles ofrece una serie de productos especialmente en las llamadas Friggitorias, en las cuales puedes encontrar croquetas de papa, arancinos, conos con producto del mar fritos (llamado cuoppo) y fritos de pasta. Recomendamos una de las opciones de fritos más famosas, la frittatina, que contiene, además de los fideos, bechamel, jamón y arvejas. Para el último, dejamos para el final la comida callejera que más nos gustó en nuestra visita a Nápoles: el cuzzetiello. Es una especie de sándwich hecho en un pan llamado cafone, de corteza dura, alargada, al cual se le saca toda la miga para ser rellenado. Las opciones para rellenarlo son múltiples, pero una de las más tradicionales, y que recomiendo mucho, es el cuzzetiello con ragú napolitano con polpette (albóndigas) de vacuno. Creo que es, aparte de las pizzas que son sencillamente espectaculares, un imperdible si vas a Nápoles. Nosotros fuimos a un local que, si bien se encontraba a varias cuadras del terminal central de trenes de la ciudad, es recomendadísimo por los habitantes de la ciudad. Su nombre, O Cuzzetiello (Rimini n°51). Si quieres ver muchas de estas comidas especiales para comer en cualquier lado, te invitamos a ver este video. Para conocer más, revisa el más reciente episodio de En Palco Condimenta.
El puerto de Bari, como toda ciudad importante del sur de Italia, cuenta con una historia riquísima basada en siglos de dominación de diversas culturas del Mediterráneo. Un poco a la sombra de la popular Nápoles durante los últimos siglos, Bari ha sabido mantener una identidad propia que se enriquece con su ubicación geográfica: dominando el sur del Mar Adriático. Pero la actual capital de la región de la Apulia, o Puglia en italiano, hoy por hoy se ha forjado un nombre como destino turístico atractivo no solo para los italianos, sino para visitantes de todo el mundo. Es que Bari tiene mucho que ofrecer: un casco histórico vibrante con calles estrechas que dan vida a un plano laberíntico; edificios hermosos representantes de diversos estilos arquitectónicos; una hermosa costanera; y, por supuesto (si estamos hablando del sur italiano), una exquisita oferta gastronómica. Su barrio más antiguo, Bari Vecchia, es la mayor atracción de la ciudad: sus calles, viviendas, iglesias y lugares para comer bien son, en mi opinión, el mejor patrimonio de esta zona que transporta al pasado, pero que al mismo tiempo nos muestra como es la vida de barrio en la actualidad. Dentro de sus edificios, resaltan dos grandes iglesias representantes del estilo románico barese: su catedral, la de San Sabino, y la Basílica de San Nicolás de Bari. Esta última, contiene en su interior las reliquias del santo venerado por católicos y ortodoxos, que inspiró al popular personaje de Santa Claus o Viejito Pascuero. Por otra parte, Bari cuenta con varias playas y el paseo marítimo más largo de Italia (al menos de 3 kms. de largo), además de varios edificios del siglo XIX y XX, como el teatro Margherita y el teatro Petruzzelli. Hemos dejado para el final su rica gastronomía. Su situación costera ha inspirado la oferta culinaria de la ciudad. Recomendamos un delicioso sándwich de pulpo en Lo Sfizio del Borgo Antico (Valissa n°53); probar el panzerotto, una especie de calzone típico; las sgagliozze, un snack típico de polenta frita; y la joya de Bari, su focaccia. La foccacia barese contiene tomates, aceitunas y suficiente aceite de oliva (la región de Apulia es su mayor productora en Italia), es hecha en horno a leña y su masa es sencillamente espectacular. Recomendamos el panificio Fiore (Palazzo di Citta n° 38). Visitar Bari es una excelente opción para aquel viajero que quiere conocer otra Italia, alejada de hordas de turísticas, pero con similares bondades que otros lugares de la península. Además, en comparación a otro sitios, no es un destino caro, sin contar que es una excelente base para conocer otro pueblos y ciudades de la Apulia que son sencillamente hermosos, como Polignano a Mare, Monopoli, Lecce, Alberobello, Ostuni o Altamura. Para conocer más de esta ciudad, no te pierdas el siguiente episodio de En Palco Condimenta.
Catania, puerto y ciudad de las más importantes de la isla de Sicilia, no sólo es un destino turístico relevante por su exquisita arquitectura barroca, su cercanía a balnearios de ensueño y al amado/temido volcán Etna, sino también por tener una oferta gastronómica amplia y de las mejores de Italia. Y sí, es posible que lo que acabo de señalar pueda sonar a exageración, ya que, en general, el país europeo cuenta con una gastronomía espectacular conocida en el mundo entero…Pero no, Catania destaca por una grandísima cantidad de restaurantes, trattorias, pizzerías, rosticerías, pastelerías y un largo etc. de locales comerciales donde podrás elegir: carnes, donde destacan los pescados y mariscos y la carne de caballo; ricos pasteles de tradición centenaria; por supuesto pizzas y mucho más. Todo esto en el mejor de los ambientes, entre edificios antiguos y hermosos, en terrazas con mucha buena onda y con la calidez de los sicilianos. Por supuesto, la comida callejera, la también conocida como street food, tiene un lugar relevante en la oferta catanesa. Desde el desayuno hasta la cena existen diversas opciones de pasteles, dulces y salados, que te pueden sacar del apuro con poco presupuesto. Si eres un viajero low cost, tienes poco tiempo y quieres conocer mucho, o simplemente eres un adicto a la comida rápida, a continuación te hablaremos de algunas de las opciones que podrás encontrar en esta entretenida ciudad. Las pastelerías en Catania, generalmente llamados bar o café, las encuentras por todos lados. En la calle principal, la via Etnea, se encuentran las más conocidas. En ellas tendrás la oportunidad de probar dulces sicilianos tradicionales como cannoli y la versión catanese de la cassata siciliana: le Minne di Sant’Agata, en honor al martirio de la santa de la ciudad, a quien en vida le fueron cortados sus pechos (minne). Para el calor, aunque también lo encuentras en invierno, recomendamos la granita siciliana: una bebida helada, más o menos cremosa, con un hielo mucho más fino del granizado que conocemos. En general no se le añade azúcar, por lo cual es tan sano como un jugo natural, en el caso de las frutas, o tomar un rico café italiano sin azúcar. Los más tradicionales son los de almendra y pistachos, ambos productos tradicionales de la isla. Si lo tuyo es lo salado, no solo las pastelerías cuentan con un regimiento de pasteles con carne, quesos, jamón y cuanto relleno existe. También existe muchos locales con productos fritos, ya sea iris (un berlín frito con relleno salado o dulce), empanadas o productos del mar (generalmente vendidos en conos). También negocios especializados en la carne de caballo, la cual es muy típica (y muy consumida) de Catania, con sus tradicionales parrillas. En síntesis, Catania es una ciudad con una oferta gastronómica tan amplia como la de ciudades como Nápoles, Roma o la también siciliana Palermo. Pero si hay algo que la distingue, es su ambiente elegante y a la vez tranquilo, a pesar de ser una gran urbe. No por nada es cada vez más uno de los destinos más visitados por turistas italianos y de todo el mundo. Si quieres conocer más sobre el Street food catanese, te invitamos a ver el siguiente video:
Nápoles es reconocida como la ciudad en que nació uno de los platos más populares del mundo, la pizza, y también por tener una amplísima oferta de restaurantes y las tradicionales trattorias. Pero dentro de las posibilidades que ofrece la capital de la región de Campania, existe una rama de la gastronomía que es la predilecta de viajeros que, por razones de presupuesto y/o de tiempo, prefieren comer algo rápido en la calle: la comida callejera. Y si eres uno de estos viajeros, Nápoles es el paraíso, puesto que su Street Food combina tres importantes características: innumerables opciones, precios bajos y productos de calidad tan buena como la de cualquier establecimiento de mantel largo. Pasamos, a continuación, a ver algunas de las comidas más tradicionales que puedes encontrar en los múltiples locales que prácticamente “decoraran” las principales (y las no tanto) calles napolitanas. No solo existe la pizza redonda típica (en Nápoles, la pizza es considerada un alimento popular, por lo que la puedes encontrar a bajo precio) que puedes comer en la calle, sino también una serie de tipos de pizza hechas para el consumo en cualquier lugar, sin necesidad de una mesa ni cubiertos. Comenzamos por la llamada pizza portafoglio, una pizza redonda de diámetro inferior a las que se sirven al plato, y que te pasan doblada en cuatro con un papel. Generalmente solo viene con tomate y queso fior di latte. Comimos una en la pizzería Tutino dal 1935 (Cesare Carmignano n°79); si bien no se encuentra en la zona más turística de la ciudad, ofrece una portafoglio recomendada por los propios napolitanos…y no se equivocan. También puedes optar por una pizza frita: con la forma de nuestra empanada, pero con masa de pizza. La típica contiene, además del tradicional tomate, queso fior di latte y cerdo, queso ricota. Esta se encuentra en todas las pizzerías, que al igual que la pizza portafoglio, es ofrecida en unos pequeños quioscos que generalmente se ubican en las entradas de los establecimientos. También puedes elegir por comer una pizza montanara, una pizzeta redonda con masa de pizza frita, que se complementa con tomate, queso y albahaca. Nosotros probamos la de la pizzería de Michele Tutino (Via Toledo n° 251) y no nos decepcionó. Al igual que en toda Italia, en Nápoles encuentras la famosa pizza al taglio, al corte, tan famosa en Roma. Pero en la ciudad donde Maradona es D10S, la vas a encontrar con el nombre de focaccia napoletana, distinguiéndose de la pizza napolitana auténtica redonda. Parecida a esta “focaccia” también puedes comer una pizza parigina, que, en términos generales, es una variación de este trozo de pizza cortado desde una plancha. La parigina básicamente es una focaccia, pero cubierto con una delgada masa de hojaldre, algo así como una pizza cubierta. Si te gustan las frituras, Nápoles ofrece una serie de productos especialmente en las llamadas Friggitorias, en las cuales puedes encontrar croquetas de papa, arancinos, conos con producto del mar fritos (llamado cuoppo) y fritos de pasta. Recomendamos una de las opciones de fritos más famosas, la frittatina, que contiene, además de los fideos, bechamel, jamón y arvejas. Para el último, dejamos para el final la comida callejera que más nos gustó en nuestra visita a Nápoles: el cuzzetiello. Es una especie de sándwich hecho en un pan llamado cafone, de corteza dura, alargada, al cual se le saca toda la miga para ser rellenado. Las opciones para rellenarlo son múltiples, pero una de las más tradicionales, y que recomiendo mucho, es el cuzzetiello con ragú napolitano con polpette (albóndigas) de vacuno. Creo que es, aparte de las pizzas que son sencillamente espectaculares, un imperdible si vas a Nápoles. Nosotros fuimos a un local que, si bien se encontraba a varias cuadras del terminal central de trenes de la ciudad, es recomendadísimo por los habitantes de la ciudad. Su nombre, O Cuzzetiello (Rimini n°51). Si quieres ver muchas de estas comidas especiales para comer en cualquier lado, te invitamos a ver este video. Para conocer más, revisa el más reciente episodio de En Palco Condimenta.
El puerto de Bari, como toda ciudad importante del sur de Italia, cuenta con una historia riquísima basada en siglos de dominación de diversas culturas del Mediterráneo. Un poco a la sombra de la popular Nápoles durante los últimos siglos, Bari ha sabido mantener una identidad propia que se enriquece con su ubicación geográfica: dominando el sur del Mar Adriático. Pero la actual capital de la región de la Apulia, o Puglia en italiano, hoy por hoy se ha forjado un nombre como destino turístico atractivo no solo para los italianos, sino para visitantes de todo el mundo. Es que Bari tiene mucho que ofrecer: un casco histórico vibrante con calles estrechas que dan vida a un plano laberíntico; edificios hermosos representantes de diversos estilos arquitectónicos; una hermosa costanera; y, por supuesto (si estamos hablando del sur italiano), una exquisita oferta gastronómica. Su barrio más antiguo, Bari Vecchia, es la mayor atracción de la ciudad: sus calles, viviendas, iglesias y lugares para comer bien son, en mi opinión, el mejor patrimonio de esta zona que transporta al pasado, pero que al mismo tiempo nos muestra como es la vida de barrio en la actualidad. Dentro de sus edificios, resaltan dos grandes iglesias representantes del estilo románico barese: su catedral, la de San Sabino, y la Basílica de San Nicolás de Bari. Esta última, contiene en su interior las reliquias del santo venerado por católicos y ortodoxos, que inspiró al popular personaje de Santa Claus o Viejito Pascuero. Por otra parte, Bari cuenta con varias playas y el paseo marítimo más largo de Italia (al menos de 3 kms. de largo), además de varios edificios del siglo XIX y XX, como el teatro Margherita y el teatro Petruzzelli. Hemos dejado para el final su rica gastronomía. Su situación costera ha inspirado la oferta culinaria de la ciudad. Recomendamos un delicioso sándwich de pulpo en Lo Sfizio del Borgo Antico (Valissa n°53); probar el panzerotto, una especie de calzone típico; las sgagliozze, un snack típico de polenta frita; y la joya de Bari, su focaccia. La foccacia barese contiene tomates, aceitunas y suficiente aceite de oliva (la región de Apulia es su mayor productora en Italia), es hecha en horno a leña y su masa es sencillamente espectacular. Recomendamos el panificio Fiore (Palazzo di Citta n° 38). Visitar Bari es una excelente opción para aquel viajero que quiere conocer otra Italia, alejada de hordas de turísticas, pero con similares bondades que otros lugares de la península. Además, en comparación a otro sitios, no es un destino caro, sin contar que es una excelente base para conocer otro pueblos y ciudades de la Apulia que son sencillamente hermosos, como Polignano a Mare, Monopoli, Lecce, Alberobello, Ostuni o Altamura. Para conocer más de esta ciudad, no te pierdas el siguiente episodio de En Palco Condimenta.
Catania, puerto y ciudad de las más importantes de la isla de Sicilia, no sólo es un destino turístico relevante por su exquisita arquitectura barroca, su cercanía a balnearios de ensueño y al amado/temido volcán Etna, sino también por tener una oferta gastronómica amplia y de las mejores de Italia. Y sí, es posible que lo que acabo de señalar pueda sonar a exageración, ya que, en general, el país europeo cuenta con una gastronomía espectacular conocida en el mundo entero…Pero no, Catania destaca por una grandísima cantidad de restaurantes, trattorias, pizzerías, rosticerías, pastelerías y un largo etc. de locales comerciales donde podrás elegir: carnes, donde destacan los pescados y mariscos y la carne de caballo; ricos pasteles de tradición centenaria; por supuesto pizzas y mucho más. Todo esto en el mejor de los ambientes, entre edificios antiguos y hermosos, en terrazas con mucha buena onda y con la calidez de los sicilianos. Por supuesto, la comida callejera, la también conocida como street food, tiene un lugar relevante en la oferta catanesa. Desde el desayuno hasta la cena existen diversas opciones de pasteles, dulces y salados, que te pueden sacar del apuro con poco presupuesto. Si eres un viajero low cost, tienes poco tiempo y quieres conocer mucho, o simplemente eres un adicto a la comida rápida, a continuación te hablaremos de algunas de las opciones que podrás encontrar en esta entretenida ciudad. Las pastelerías en Catania, generalmente llamados bar o café, las encuentras por todos lados. En la calle principal, la via Etnea, se encuentran las más conocidas. En ellas tendrás la oportunidad de probar dulces sicilianos tradicionales como cannoli y la versión catanese de la cassata siciliana: le Minne di Sant’Agata, en honor al martirio de la santa de la ciudad, a quien en vida le fueron cortados sus pechos (minne). Para el calor, aunque también lo encuentras en invierno, recomendamos la granita siciliana: una bebida helada, más o menos cremosa, con un hielo mucho más fino del granizado que conocemos. En general no se le añade azúcar, por lo cual es tan sano como un jugo natural, en el caso de las frutas, o tomar un rico café italiano sin azúcar. Los más tradicionales son los de almendra y pistachos, ambos productos tradicionales de la isla. Si lo tuyo es lo salado, no solo las pastelerías cuentan con un regimiento de pasteles con carne, quesos, jamón y cuanto relleno existe. También existe muchos locales con productos fritos, ya sea iris (un berlín frito con relleno salado o dulce), empanadas o productos del mar (generalmente vendidos en conos). También negocios especializados en la carne de caballo, la cual es muy típica (y muy consumida) de Catania, con sus tradicionales parrillas. En síntesis, Catania es una ciudad con una oferta gastronómica tan amplia como la de ciudades como Nápoles, Roma o la también siciliana Palermo. Pero si hay algo que la distingue, es su ambiente elegante y a la vez tranquilo, a pesar de ser una gran urbe. No por nada es cada vez más uno de los destinos más visitados por turistas italianos y de todo el mundo. Si quieres conocer más sobre el Street food catanese, te invitamos a ver el siguiente video: