Después de una exitosa e inquietante primera parte, el director Parker Finn, nos regala una segunda probada de “Sonríe” con una nueva protagonista, con más recursos y una mirada más Hollywoodense a los estragos que causa esta enigmática criatura cósmica en la mente de las personas. Skye Riley ( Naomi Scott) es una joven diva del pop (una suerte de Lady Gaga mezclada con Amy Winehouse), que está traumatizada física y psicológicamente, luego de que hace un año sufriera un terrible accidente junto a su novio, el actor Paul Hudson ( Ray Nicholson), quien falleció. Ahora, libre de las adicciones que causaron todas sus desgracias y a punto de retomar su carrera, empujada por su exigente manager ( Rosemarie Dewitt), sin querer se ve presa de la entidad que provoca la sonrisa siniestra -sólo seis días después de los hechos ocurridos en la primera entrega- la cual perturba aún más su ya confundida cabeza, mientras trae a su mente de manera vívida y aterradora la angustia que le provocan sus errores pasados y el miedo que tiene de equivocarse nuevamente. Con el pasar de los días, cada vez menos podrá descifrar qué es verdad y qué es mentira, que está bien o qué está mal, por lo que deberá intentar tomar el control de su vida, antes que sea demasiado tarde. Filmada de manera más espectacular, el director opta por contar esta historia de manera distinta a la anterior, lo que se agradece, más tomando en cuenta que en las dos películas se narra básicamente lo mismo, pero con distintos personajes y situaciones. En la primera parte, la experiencia resulta más intima, más perturbadora para el público, juega mucho con los silencios, la música incómoda y los planos anómalos. En cambio, ahora, en “Sonríe 2”, y dadas las características de su protagonista, la convierte en algo más visceral, más sangrienta y hasta abusa un poco de los jumpscares, los que -por cierto- en su mayoría no están muy bien logrados. Con varios reenvíos al mundo de la cultura pop y del cine de terror, “Sonríe 2” oSmile 2 se trata de una buena película, entretenida, pero probablemente funciona mejor si no has visto la primera. Por su parte, Naomi Scott hace un gran trabajo llevando el peso de la cinta, aunque lo malo es que a veces resultan un poco largas y agotadoras sus escenas. Disponible en salas de cine del país.
Después de una exitosa e inquietante primera parte, el director Parker Finn, nos regala una segunda probada de “Sonríe” con una nueva protagonista, con más recursos y una mirada más Hollywoodense a los estragos que causa esta enigmática criatura cósmica en la mente de las personas. Skye Riley ( Naomi Scott) es una joven diva del pop (una suerte de Lady Gaga mezclada con Amy Winehouse), que está traumatizada física y psicológicamente, luego de que hace un año sufriera un terrible accidente junto a su novio, el actor Paul Hudson ( Ray Nicholson), quien falleció. Ahora, libre de las adicciones que causaron todas sus desgracias y a punto de retomar su carrera, empujada por su exigente manager ( Rosemarie Dewitt), sin querer se ve presa de la entidad que provoca la sonrisa siniestra -sólo seis días después de los hechos ocurridos en la primera entrega- la cual perturba aún más su ya confundida cabeza, mientras trae a su mente de manera vívida y aterradora la angustia que le provocan sus errores pasados y el miedo que tiene de equivocarse nuevamente. Con el pasar de los días, cada vez menos podrá descifrar qué es verdad y qué es mentira, que está bien o qué está mal, por lo que deberá intentar tomar el control de su vida, antes que sea demasiado tarde. Filmada de manera más espectacular, el director opta por contar esta historia de manera distinta a la anterior, lo que se agradece, más tomando en cuenta que en las dos películas se narra básicamente lo mismo, pero con distintos personajes y situaciones. En la primera parte, la experiencia resulta más intima, más perturbadora para el público, juega mucho con los silencios, la música incómoda y los planos anómalos. En cambio, ahora, en “Sonríe 2”, y dadas las características de su protagonista, la convierte en algo más visceral, más sangrienta y hasta abusa un poco de los jumpscares, los que -por cierto- en su mayoría no están muy bien logrados. Con varios reenvíos al mundo de la cultura pop y del cine de terror, “Sonríe 2” oSmile 2 se trata de una buena película, entretenida, pero probablemente funciona mejor si no has visto la primera. Por su parte, Naomi Scott hace un gran trabajo llevando el peso de la cinta, aunque lo malo es que a veces resultan un poco largas y agotadoras sus escenas. Disponible en salas de cine del país.