Luego de su oscarizada interpretación en Oppenheimer, Cillian Murphy regresa a un cine más íntimo y contenido con Small Things Like These: Pequeñas cosas, grandes secretos , una película que, a primera vista, podría parecer modesta en su ejecución, pero que esconde una intensidad emocional capaz de remover conciencias. Basada en la novela de Claire Keegan, la historia sigue a Bill Furlong, un hombre común en la Irlanda de los años 80, cuya rutina como comerciante de carbón se ve alterada cuando descubre el abuso sistemático dentro de un convento local. La película, con su ritmo pausado y contemplativo, puede desafiar la paciencia de algunos espectadores, pero la recompensa está en su desarrollo minucioso y en la forma en que Murphy lleva el peso de la historia. Con una actuación medida, cargada de silencios y miradas que revelan un pasado atormentado, el actor logra transmitir la lucha interna de un hombre que, en un entorno de opresión y complicidad, debe decidir si actúa o sigue mirando hacia otro lado. Dirigido por el belga Tim Mielants , el filme encuentra ecos en el cine social de Ken Loach , con su retrato de las desigualdades y la hipocresía institucional, pero también en relatos de redención como Taxi Driver o The Searchers , donde un hombre toma la decisión de salvar a una niña de un destino cruel. La estructura fragmentada, que alterna el presente con flashbacks del pasado de Bill, añade profundidad a su arco narrativo y justifica la gravedad con la que enfrenta su dilema moral. Además del impresionante trabajo de Murphy, el elenco brilla con actuaciones memorables. Destaca la interpretación de Emily Watson, quien encarna a un personaje aparentemente sereno pero que irradia una aura inquietante y aterradora; su actuación es, sin duda, una de las joyas de la película. La cinta también se atreve a jugar con el género, transicionando de un drama social cuidadosamente construido a un thriller que intensifica la tensión. En este giro, el protagonista se embarca en una misión casi obsesiva, buscando pasar una Navidad con la conciencia limpia, lo que añade una dimensión inesperada y absorbente a la narrativa. En términos temáticos, Small Things Like These se presenta como un complemento ideal a The Magdalene Sisters (2002) , otra película que expuso los abusos cometidos en los conventos de la Irlanda católica. Ambas cintas comparten un tono sobrio y una mirada crítica a una historia que, por mucho tiempo, se mantuvo oculta. Con una fotografía austera y una puesta en escena que enfatiza el peso de la opresión social, esta es una película que no busca el efectismo, sino la reflexión. Un recordatorio de que, a veces, los actos de valentía más significativos son los que pasan desapercibidos, pero que, en su sencillez, pueden cambiar vidas. Ya está en salas de cine chilenas.
Luego de su oscarizada interpretación en Oppenheimer, Cillian Murphy regresa a un cine más íntimo y contenido con Small Things Like These: Pequeñas cosas, grandes secretos , una película que, a primera vista, podría parecer modesta en su ejecución, pero que esconde una intensidad emocional capaz de remover conciencias. Basada en la novela de Claire Keegan, la historia sigue a Bill Furlong, un hombre común en la Irlanda de los años 80, cuya rutina como comerciante de carbón se ve alterada cuando descubre el abuso sistemático dentro de un convento local. La película, con su ritmo pausado y contemplativo, puede desafiar la paciencia de algunos espectadores, pero la recompensa está en su desarrollo minucioso y en la forma en que Murphy lleva el peso de la historia. Con una actuación medida, cargada de silencios y miradas que revelan un pasado atormentado, el actor logra transmitir la lucha interna de un hombre que, en un entorno de opresión y complicidad, debe decidir si actúa o sigue mirando hacia otro lado. Dirigido por el belga Tim Mielants , el filme encuentra ecos en el cine social de Ken Loach , con su retrato de las desigualdades y la hipocresía institucional, pero también en relatos de redención como Taxi Driver o The Searchers , donde un hombre toma la decisión de salvar a una niña de un destino cruel. La estructura fragmentada, que alterna el presente con flashbacks del pasado de Bill, añade profundidad a su arco narrativo y justifica la gravedad con la que enfrenta su dilema moral. Además del impresionante trabajo de Murphy, el elenco brilla con actuaciones memorables. Destaca la interpretación de Emily Watson, quien encarna a un personaje aparentemente sereno pero que irradia una aura inquietante y aterradora; su actuación es, sin duda, una de las joyas de la película. La cinta también se atreve a jugar con el género, transicionando de un drama social cuidadosamente construido a un thriller que intensifica la tensión. En este giro, el protagonista se embarca en una misión casi obsesiva, buscando pasar una Navidad con la conciencia limpia, lo que añade una dimensión inesperada y absorbente a la narrativa. En términos temáticos, Small Things Like These se presenta como un complemento ideal a The Magdalene Sisters (2002) , otra película que expuso los abusos cometidos en los conventos de la Irlanda católica. Ambas cintas comparten un tono sobrio y una mirada crítica a una historia que, por mucho tiempo, se mantuvo oculta. Con una fotografía austera y una puesta en escena que enfatiza el peso de la opresión social, esta es una película que no busca el efectismo, sino la reflexión. Un recordatorio de que, a veces, los actos de valentía más significativos son los que pasan desapercibidos, pero que, en su sencillez, pueden cambiar vidas. Ya está en salas de cine chilenas.