Sin dudas, Carlos Enrique Taboada fue uno de los grandes maestros del terror mexicano, realizador de grandes filmes como “El Libro de Piedra”, “Hasta el Viento Tiene Miedo” y “Más Negro que la Noche”, y es de esta última producción sobre la cual nos vamos a detener. Cuatro icónicas actrices aztecas, quienes se convertirían luego en grandes divas de las telenovelas, protagonizaron esta historia que, sin muchos efectos, logra causar bastante susto, se trata de Claudia Islas (Corazón Salvaje, Marisol), Susana Dosamantes (Morir para Vivir, Eva Luna), Helena Rojo (Gente Bien, El Privilegio de Amar) y la gran Lucía Méndez (La Colorina, Tú o Nadie). En “Más Negro que la Noche”, un grupo de amigas se va a vivir juntas a una antigua y lujosa casa que ha heredado Ofelia (Islas), una de ellas, por parte de una tía fastidiosa a la que no veía hace años. La única condición para recibir el inmueble es cuidar de Becker, el fiel gato negro de la fallecida Susana, el único ser que realmente amaba la anciana. A Ofelia le da igual el gato, no es problema para ella tenerlo en casa, pero para sus amigas Marta (Méndez), Pilar (Rojo) y Aurora (Dosamantes), si es motivo de incomodidad. En un principio todo va relativamente bien en la mansión. Una que otra cosa rara de pronto las inquieta, en especial cuando algo le ocurre a Becker, pero les son más insoportables las reglas de la estricta ama de llaves, quien siempre les recuerda cuáles son las bases con las que vivía la tía Susana. Pero luego de la sorpresiva muerte del gato todo empeora para las muchachas. Los ruidos extraños, las visiones fantasmales, no las dejarán vivir en paz, mientras que de a poco el miedo se apoderará de ellas. En esta película, el buen tratamiento de la atmósfera, sin sangre, sin escenas de sobresaltos, logra traspasar perfectamente al espectador la situación paranormal aterradora que viven estas amigas, porque, después de todo, desde el más allá Susana sigue rigiendo su casa. Uno de los puntos destacados de esta película, que ha sido alabada tanto por el público como por la crítica, es la profundidad de sus temáticas, no sólo es el asustar por asustar. A través de los ojos de sus protagonistas se habla de la amistad, del empoderamiento femenino, el duelo y de cómo enfrentar los miedo. Existe un penoso remake de “Más Negro que la Noche” realizado en 2014, el que intento darle un nuevo giro a la trama, convirtiéndola en un completo desastre.
Sin dudas, Carlos Enrique Taboada fue uno de los grandes maestros del terror mexicano, realizador de grandes filmes como “El Libro de Piedra”, “Hasta el Viento Tiene Miedo” y “Más Negro que la Noche”, y es de esta última producción sobre la cual nos vamos a detener. Cuatro icónicas actrices aztecas, quienes se convertirían luego en grandes divas de las telenovelas, protagonizaron esta historia que, sin muchos efectos, logra causar bastante susto, se trata de Claudia Islas (Corazón Salvaje, Marisol), Susana Dosamantes (Morir para Vivir, Eva Luna), Helena Rojo (Gente Bien, El Privilegio de Amar) y la gran Lucía Méndez (La Colorina, Tú o Nadie). En “Más Negro que la Noche”, un grupo de amigas se va a vivir juntas a una antigua y lujosa casa que ha heredado Ofelia (Islas), una de ellas, por parte de una tía fastidiosa a la que no veía hace años. La única condición para recibir el inmueble es cuidar de Becker, el fiel gato negro de la fallecida Susana, el único ser que realmente amaba la anciana. A Ofelia le da igual el gato, no es problema para ella tenerlo en casa, pero para sus amigas Marta (Méndez), Pilar (Rojo) y Aurora (Dosamantes), si es motivo de incomodidad. En un principio todo va relativamente bien en la mansión. Una que otra cosa rara de pronto las inquieta, en especial cuando algo le ocurre a Becker, pero les son más insoportables las reglas de la estricta ama de llaves, quien siempre les recuerda cuáles son las bases con las que vivía la tía Susana. Pero luego de la sorpresiva muerte del gato todo empeora para las muchachas. Los ruidos extraños, las visiones fantasmales, no las dejarán vivir en paz, mientras que de a poco el miedo se apoderará de ellas. En esta película, el buen tratamiento de la atmósfera, sin sangre, sin escenas de sobresaltos, logra traspasar perfectamente al espectador la situación paranormal aterradora que viven estas amigas, porque, después de todo, desde el más allá Susana sigue rigiendo su casa. Uno de los puntos destacados de esta película, que ha sido alabada tanto por el público como por la crítica, es la profundidad de sus temáticas, no sólo es el asustar por asustar. A través de los ojos de sus protagonistas se habla de la amistad, del empoderamiento femenino, el duelo y de cómo enfrentar los miedo. Existe un penoso remake de “Más Negro que la Noche” realizado en 2014, el que intento darle un nuevo giro a la trama, convirtiéndola en un completo desastre.