Entre finales de los años 80 y principios de los 90, el grupo español de dance Locomía alcanzó la fama y la gloria en su país y en Latinoamérica gracias a temas comoLocomía, Gorvachov, Rumba, Samba, Mambo,Locovox yFiesta Latina. Francesc Picas, Juan Antonio Fuentes, Manolo Arjona y Carlos Armas, y más tarde Santos Blanco -en reemplazo de Fuentes- se convirtieron en ídolos, no sólo gracias a la música, sino también por su carisma, vestuario y su característico baile con los abanicos. En Chile, su segundo disco (1991) fue un éxito rotundo, lo que les valió ser invitados a varios estelares de la tv criolla, además de presentarse en vivo en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en dos ocasiones en 1992, siendo una actuación memorable tanto para los fanáticos como para los artistas. Al poco tiempo, el grupo con todo un futuro por delante, dejaría de existir tal y como la conocíamos, y la fama se iría con ellos. Sin saber nosotros estábamos llegando al final de nuestra carrera, como quien dice, ese tenía que haber sido el principio de una gran carrera.... Viña fue bestial, bestial... La primera vez que nos presentamos, la primera presentación en Viña, yo sentía algo ahí en mi pecho que nunca lo había sentido. Cuando salimos y el estruendo de la Quinta... Fue como una onda expansiva, así recuerda Carlos Armas la icónica presentación de 1992, en entrevista exclusiva para Chile con En Palco. Desde Tenerife, donde reside el artista de 57 años, quien ahora trabaja en el área de la salud, nos habla sobre sus años en la banda, la relación con sus excompañeros, con quienes mantiene una buena relación, que no se ha cortado con los años, aunque cabe lamentar la muerte de Santos Blanco en 2018 y la de Francesc Picas el año pasado. A propósito del documental que la plataforma de Movistar en España sacó sobre Locomía hace unos años, y de la película de NetflixDisco, Ibiza, Locomía, el interés por los miembros originales del grupo resurgió con fuerza, aunque jamás han estado del todo alejados del inconsciente colectivo de quienes crecimos con su música, después de todo, marcaron una época. Para Carlos, a la película le faltó mucho por contar, pues ni él, ni Manolo, ni Juan Antonio, fueron convocados para dar su testimonio a los guionistas. Sólo fue tomada en cuenta la versión de los hechos del productor José Luis Gil y de Xavier Font, creador del concepto de Locomía, con quien mantienen bastantes discrepancias hasta el día de hoy, y al que se le señala como el gran culpable del término abrupto de la formación original del grupo.Los que hicimos que Locomía estuvieran en el mundo no fuimos convocados. Se nos pasó por encima. Nosotros fuimos los que nos pelamos los pies recorriendo el mundo... Y los discos que se vendieron en el mundo fueron porque nosotros fuimos teatro tras teatro, primero pequeños bolitos, pequeños lugares, pequeños pueblos, y después ya grandes, pero eso lo construyeron las cuatro personas que ya saben, después ya con la salida de Juan Antonio, el pobre Santos, que en paz descanse, que también llegó en un momento muy bueno. No se nos tuvo en cuenta.... Armas -de forma fortuita- pudo visitar el set de filmación en un par de oportunidades, porque vive en la ciudad donde se grabó, por lo mismo, logró compartir con el actor mexicano Alejandro Speitzer, quien lo personifica en la película. Para ver la conversación completa con Carlos Armas, mira el siguiente video:
El excéntrico grupo Dance ibérico, Locomía, fue un fenómeno mundial entre finales de los años ochenta y la primera parte de los noventa. Sus vestuarios coloridos y exagerados, sus zapatos en punta y los grandes abanicos, se convirtieron en marca registrada y la locura de millones de personas, en especial de las mujeres. Temas como “Rumba Samba Mambo”, “Locovox” o “Fiesta Latina”, son considerados ya clásicos, pero poco se sabía sobre sus miembros, sus cambios internos y la desintegración del grupo… hasta ahora. “Disco, Ibiza, Locomía”, haciendo alusión a la letra de su primer sencillo homónimo, es una cinta española que nos presenta la historia del grupo (o lo que quieren mostrarnos de ella), desde el punto de vista del creador del concepto y miembro fundador del grupo, Xavier Font, y del productor musical que los llevó al estrellato, José Luis Gil. La trama tiene como base la disputa legal entre ambos personajes, luego del éxito y termino de la banda con su formación original. Ese encuentro nos va revelando los hechos que los llevaron hasta ahí, iniciando con la llegada de Xavi junto a su mejor amiga Lurdes y su pseudo novio Manolo a Ibiza, lugar donde todo podía pasar, en el que sus diseños de moda esperaban por ser valorados. Cuando nada parecía resultar para el trio, descubren la oportunidad de infiltrarse en la discoteque más popular e importante del balneario, y es allí donde comienzan un concepto que incluye moda y bailes con abanicos totalmente innovadores. Varios personajes se unen a esta familia, hombre y mujeres, quienes viven de la fiestas, las drogas y las orgías, hasta que su suerte cambia cuando José Luis Gil los descubre en un festejo dedicado nada más y nada menos que a Freddy Mercury. Allí les propone formar una grupo musical de dance que lleve el concepto que Font había creado, pero lo que sí, sólo 5 de ellos podrían ser parte del sueño y, por supuesto, nada de hablar de sus preferencias sexuales, pues para la época no era bien visto. Así comienza el viaje al éxito para Xavi, Manolo, Juan Antonio Fuentes y Carlos Armas , aunque también en un comienzo para Lurdes, porque había una mujer en el grupo, la que rápidamente quedo relegada a los coros, a pesar de ser una de las fundadoras de Locomia, lo mismo pasaría con Xavi, poco tiempo después, pues al tener muy poco talento para estar arriba del escenario sería reemplazado por otro miembro de la familia Locomía, el intelectual Jaume. Este último personaje hace referencia al fallecido vocalista Frances Picas, a quien no se le menciona por su nombre, ni se profundiza mayormente en él, a pesar de ser un importante miembro en la época de gloria del cuarteto. Otro miembro importante que se ignora, pero de forma total, es Santos Blanco, fallecido en 2018, el que reemplazó a Fuentes poco después del lanzamiento del disco Locovox. Ágil, nostálgica, entretenida, nos lleva a un momento espectacular en la vida de estas personas y a recordar los grandes momentos que su música nos regalaron (hayan sido grandes cantantes o no). Una producción que los fanáticos de la banda van a amar y que los que gustan de una buena biopic sobre temas de la industria musical, también. Protagonizada un gran elenco compuesto por Jaime Lorente (La Casa de Papel, Mano de hierro), Blanca Suárez (El Bar, Respira), Iván Pellicer (Sagrada Familia), el mexicano Alejandro Speitzer (Atrévete a Soñar, Alguien tiene que Morir) y Alberto Ammann (Celda 211, Narcos), está ya disponible en la plataforma de Netflix.
Entre finales de los años 80 y principios de los 90, el grupo español de dance Locomía alcanzó la fama y la gloria en su país y en Latinoamérica gracias a temas comoLocomía, Gorvachov, Rumba, Samba, Mambo,Locovox yFiesta Latina. Francesc Picas, Juan Antonio Fuentes, Manolo Arjona y Carlos Armas, y más tarde Santos Blanco -en reemplazo de Fuentes- se convirtieron en ídolos, no sólo gracias a la música, sino también por su carisma, vestuario y su característico baile con los abanicos. En Chile, su segundo disco (1991) fue un éxito rotundo, lo que les valió ser invitados a varios estelares de la tv criolla, además de presentarse en vivo en el Festival Internacional de la Canción de Viña del Mar en dos ocasiones en 1992, siendo una actuación memorable tanto para los fanáticos como para los artistas. Al poco tiempo, el grupo con todo un futuro por delante, dejaría de existir tal y como la conocíamos, y la fama se iría con ellos. Sin saber nosotros estábamos llegando al final de nuestra carrera, como quien dice, ese tenía que haber sido el principio de una gran carrera.... Viña fue bestial, bestial... La primera vez que nos presentamos, la primera presentación en Viña, yo sentía algo ahí en mi pecho que nunca lo había sentido. Cuando salimos y el estruendo de la Quinta... Fue como una onda expansiva, así recuerda Carlos Armas la icónica presentación de 1992, en entrevista exclusiva para Chile con En Palco. Desde Tenerife, donde reside el artista de 57 años, quien ahora trabaja en el área de la salud, nos habla sobre sus años en la banda, la relación con sus excompañeros, con quienes mantiene una buena relación, que no se ha cortado con los años, aunque cabe lamentar la muerte de Santos Blanco en 2018 y la de Francesc Picas el año pasado. A propósito del documental que la plataforma de Movistar en España sacó sobre Locomía hace unos años, y de la película de NetflixDisco, Ibiza, Locomía, el interés por los miembros originales del grupo resurgió con fuerza, aunque jamás han estado del todo alejados del inconsciente colectivo de quienes crecimos con su música, después de todo, marcaron una época. Para Carlos, a la película le faltó mucho por contar, pues ni él, ni Manolo, ni Juan Antonio, fueron convocados para dar su testimonio a los guionistas. Sólo fue tomada en cuenta la versión de los hechos del productor José Luis Gil y de Xavier Font, creador del concepto de Locomía, con quien mantienen bastantes discrepancias hasta el día de hoy, y al que se le señala como el gran culpable del término abrupto de la formación original del grupo.Los que hicimos que Locomía estuvieran en el mundo no fuimos convocados. Se nos pasó por encima. Nosotros fuimos los que nos pelamos los pies recorriendo el mundo... Y los discos que se vendieron en el mundo fueron porque nosotros fuimos teatro tras teatro, primero pequeños bolitos, pequeños lugares, pequeños pueblos, y después ya grandes, pero eso lo construyeron las cuatro personas que ya saben, después ya con la salida de Juan Antonio, el pobre Santos, que en paz descanse, que también llegó en un momento muy bueno. No se nos tuvo en cuenta.... Armas -de forma fortuita- pudo visitar el set de filmación en un par de oportunidades, porque vive en la ciudad donde se grabó, por lo mismo, logró compartir con el actor mexicano Alejandro Speitzer, quien lo personifica en la película. Para ver la conversación completa con Carlos Armas, mira el siguiente video:
El excéntrico grupo Dance ibérico, Locomía, fue un fenómeno mundial entre finales de los años ochenta y la primera parte de los noventa. Sus vestuarios coloridos y exagerados, sus zapatos en punta y los grandes abanicos, se convirtieron en marca registrada y la locura de millones de personas, en especial de las mujeres. Temas como “Rumba Samba Mambo”, “Locovox” o “Fiesta Latina”, son considerados ya clásicos, pero poco se sabía sobre sus miembros, sus cambios internos y la desintegración del grupo… hasta ahora. “Disco, Ibiza, Locomía”, haciendo alusión a la letra de su primer sencillo homónimo, es una cinta española que nos presenta la historia del grupo (o lo que quieren mostrarnos de ella), desde el punto de vista del creador del concepto y miembro fundador del grupo, Xavier Font, y del productor musical que los llevó al estrellato, José Luis Gil. La trama tiene como base la disputa legal entre ambos personajes, luego del éxito y termino de la banda con su formación original. Ese encuentro nos va revelando los hechos que los llevaron hasta ahí, iniciando con la llegada de Xavi junto a su mejor amiga Lurdes y su pseudo novio Manolo a Ibiza, lugar donde todo podía pasar, en el que sus diseños de moda esperaban por ser valorados. Cuando nada parecía resultar para el trio, descubren la oportunidad de infiltrarse en la discoteque más popular e importante del balneario, y es allí donde comienzan un concepto que incluye moda y bailes con abanicos totalmente innovadores. Varios personajes se unen a esta familia, hombre y mujeres, quienes viven de la fiestas, las drogas y las orgías, hasta que su suerte cambia cuando José Luis Gil los descubre en un festejo dedicado nada más y nada menos que a Freddy Mercury. Allí les propone formar una grupo musical de dance que lleve el concepto que Font había creado, pero lo que sí, sólo 5 de ellos podrían ser parte del sueño y, por supuesto, nada de hablar de sus preferencias sexuales, pues para la época no era bien visto. Así comienza el viaje al éxito para Xavi, Manolo, Juan Antonio Fuentes y Carlos Armas , aunque también en un comienzo para Lurdes, porque había una mujer en el grupo, la que rápidamente quedo relegada a los coros, a pesar de ser una de las fundadoras de Locomia, lo mismo pasaría con Xavi, poco tiempo después, pues al tener muy poco talento para estar arriba del escenario sería reemplazado por otro miembro de la familia Locomía, el intelectual Jaume. Este último personaje hace referencia al fallecido vocalista Frances Picas, a quien no se le menciona por su nombre, ni se profundiza mayormente en él, a pesar de ser un importante miembro en la época de gloria del cuarteto. Otro miembro importante que se ignora, pero de forma total, es Santos Blanco, fallecido en 2018, el que reemplazó a Fuentes poco después del lanzamiento del disco Locovox. Ágil, nostálgica, entretenida, nos lleva a un momento espectacular en la vida de estas personas y a recordar los grandes momentos que su música nos regalaron (hayan sido grandes cantantes o no). Una producción que los fanáticos de la banda van a amar y que los que gustan de una buena biopic sobre temas de la industria musical, también. Protagonizada un gran elenco compuesto por Jaime Lorente (La Casa de Papel, Mano de hierro), Blanca Suárez (El Bar, Respira), Iván Pellicer (Sagrada Familia), el mexicano Alejandro Speitzer (Atrévete a Soñar, Alguien tiene que Morir) y Alberto Ammann (Celda 211, Narcos), está ya disponible en la plataforma de Netflix.