Hay personajes que no envejecen. Se transforman. Mutan. Vuelven. Doctor Mortis es uno de ellos. Creado hace ocho décadas por Juan Marino Cabello, Mortis no solo marcó a generaciones de oyentes con su voz cavernosa y sus relatos radiales, sino que se convirtió en el gran emblema del terror chileno. Hoy, ese legado recibe un homenaje a la altura de su leyenda con Mortis: El último testamento, novela de Miguel Ferrada que funciona tanto como relectura moderna del mito como una carta de amor al género. La historia nos traslada al sur de Chile, territorio ideal para que lo inexplicable eche raíces. Allí se cruzan Susan Clark, una investigadora inglesa, y Rubén Duarte, un agente chileno. Aunque se presentan como policías, en realidad pertenecen a una organización secreta dedicada a investigar fenómenos paranormales. Su caso más reciente los enfrenta a una cadena de crímenes brutales, a las ruinas de una casa ligada a un científico nazi y, sobre todo, a una presencia que parece atravesar siglos de horror: Mortis. ¿Es una persona? ¿Una entidad? ¿Un concepto que se manifiesta una y otra vez en los momentos más oscuros de la historia? Ferrada juega con esas preguntas y empuja a sus protagonistas -y al lector- hacia un escenario donde el apocalipsis no es una metáfora, sino una posibilidad concreta. Lo interesante de El último testamento es cómo dialoga con referentes reconocibles sin perder identidad propia. Hay ecos de Stephen King, de Los Expedientes X, del thriller conspirativo y de la ciencia ficción clásica, pero siempre filtrados por una sensibilidad local: bosques húmedos, pueblos aislados, secretos enterrados y un mal que parece conocer muy bien nuestra historia. Más que una simple novela de terror, el libro se lee como una actualización necesaria del mito Mortis, pensada tanto para quienes crecieron escuchándolo en la radio como para nuevos lectores que quizás se acerquen por primera vez al personaje. Ferrada no busca imitar, sino expandir el universo, darle cuerpo, contexto y un nuevo pulso narrativo. A 80 años de su creación, Mortis demuestra que sigue siendo una figura incómoda, inquietante y vigente. Y que el terror, cuando está bien contado, no necesita presentaciones: solo volver a pronunciar su nombre para que algo se despierte en la oscuridad. Conversamos con Miguel Ferrada sobre su nuevo libro “Mortis, el último testamento”. Revisa la entrevista completa en nuestro canal de YouTube.
EnLa música de los domingos por la tarde, Gonzalo Garay vuelve a tensionar los límites de su escritura. Si en La vida de los otros el anclaje estaba puesto en la experiencia judicial y una narración más lineal, esta nueva novela se abre hacia un territorio más fragmentario, oscuro y experimental, donde las identidades se cruzan, los narradores se desdoblan y los mundos -domésticos, legales, culinarios, sexuales- chocan entre sí. “La música de los domingos por la tarde” no surge como un quiebre abrupto dentro de su obra, sino como la decantación de un universo que Garay viene explorando desde libros anteriores. “Yo venía ya en este universo experimentando”, explica el autor. “En cada libro intento hacer algo diferente. No sé si lo logro, pero al menos ese es el ánimo: la búsqueda de un hallazgo distinto”. La novela se articula desde la memoria y la introspección. Nicolás Stewart, escritor en formación, revisa su vida desde un sillón cargado de recuerdos, en un ejercicio casi judicial consigo mismo. Desde ahí emerge una narración que no privilegia la cronología, sino las escenas, los ecos, las obsesiones. “Esta novela no importa tanto la cronología como las escenas”, señala Garay. “Quise complicarle bien la lectura al lector, exigirle más”. Uno de los núcleos más perturbadores del libro es la relación entre Nicolás y Bastián Richter, el pastelero iluminado y psicópata de sonrisa apacible. La gastronomía, lejos de ser un mero decorado, se convierte en un mundo simbólico que arrastra otros temas: la soledad, la iniciación, la moral, la delincuencia y sus orígenes. “Hay límites morales que se van expandiendo”, dice Garay. “Hay una administración de la soledad, hay un universo femenino muy rico, y también una pulsión que atraviesa todo el libro”. Esa pulsión es, justamente, la música del título. No una melodía concreta, sino un estado interno. “Lo que los escritores sienten, al menos yo, es un sonido muy musical que vas transformando en ideas, imágenes y finalmente en palabras”, explica. “La música de los domingos por la tarde es ese exceso, todo lo que realiza Nicolás para intentar entender el mundo y entenderse a sí mismo”. El libro también propone un juego explícito entre realidad y ficción. A través de Gustavo García -abogado y narrador paralelo- Garay introduce una historia dentro de otra, en un ejercicio consciente de metanarrativa. “Fue absolutamente a propósito, fue un juego”, reconoce. “Me gusta leer literatura que me exija, y quise hacer algo similar”. No es casual que el derecho tenga un lugar central en este entramado. Para Garay, la conexión entre literatura y derecho es profunda. “ El derecho es un lugar súper importante para mí. Hay una conexión muy estrecha entre derecho y literatura. Es algo que conozco, que he vivido, y que inevitablemente aparece”. Más allá de sus múltiples capas, La música de los domingos por la tarde no busca complacer. Garay lo asume sin rodeos: “No creo que sea un libro para todo el mundo”. Lo que sí espera es provocar una experiencia particular en el lector. “Me parecería interesante que alguien sintiera un placer incómodo. Reconocer en el otro algo que pensaste que nunca serías capaz de hacer, pero darte cuenta de que sí”. Ese espejo inquietante es, para el autor, una de las funciones esenciales de la literatura. “El mundo tampoco es un camino de rosas. Yo no estoy mintiendo: las cosas que están en el libro son cosas que pasan. Con cierta ficción, pero pasan”. Después de siete libros, Garay reconoce que esta novela lo enfrentó a algo nuevo: “Aquí me enfrenté directamente con mi miedo, con mi fantasma, y lo compartí con los lectores”. Un proceso más denso, más exigente, donde los personajes terminaron por soltarse de cualquier amarre moral. “ Ellos hicieron la historia. El libro se fue haciendo solo”. Como resume la contraportada -y como insiste el propio autor- La música de los domingos por la tarde es “una novela sobre la memoria, el deseo y el fuego que no todo lo consume”. Una historia íntima y brutal, donde el pasado suena como un disco rayado en tardes de domingo. Y la pregunta queda flotando, como eco final: ¿Qué música suena dentro de ti cuando todo parece callar? Revisa la entrevista completa con Gonzalo Garay sobre su nuevo libro en nuestro canal de Youtube.
¿Cómo construir organizaciones más humanas sin perder efectividad? ¿Cómo conectar el trabajo con un sentido real y no solo con metas o indicadores? Esas fueron algunas de las preguntas que conversamos con Carolina Marcone, escritora, consultora y coach con más de una década acompañando procesos de evolución cultural, quien acaba de lanzar Efecto Polilla, un libro que propone mirar el mundo laboral desde otra luz. Inspirado en la metáfora de las polillas que buscan claridad en la oscuridad, el libro plantea un giro profundo: pasar del ego al amor, del control al propósito y de la productividad individual a la conciencia compartida. Un cambio que, según Marcone, no solo es necesario, sino urgente. “Lo que uno aprende cuando trabaja con organizaciones es que la cultura no se cambia desde afuera, se transforma desde adentro, desde el ser”, nos comenta. De ahí que Efecto Polilla combine neurociencia, biología, pensamiento sistémico y gestión. No se trata de una receta, sino de una invitación a comprender cómo funcionamos como personas y cómo eso repercute en lo que construimos juntos. GlocalQ y Talento Único: dos caminos para transformar Dentro del libro, Marcone presenta dos metodologías propias desarrolladas tras años de acompañar a líderes, equipos y empresas: GlocalQ, diseñada para acelerar la evolución cultural de las organizaciones. Se basa en cinco pilares —propósito anclado, identidad vivida, liderazgo alineado, performance medible y dinámicas conscientes— y tiene una particularidad: se adapta al estado evolutivo de cada empresa. “Si una organización está en un nivel muy temprano de conciencia, no le puedes pedir dinámicas avanzadas de cultura. La metodología se mueve con ellos”, explica. Talento Único, una herramienta orientada a descubrir y potenciar las habilidades naturales de cada persona. Inspirada en el Ikigai, busca responder preguntas clave: qué amas, en qué eres bueno, qué aportas y por qué te pagan. A partir de ahí se encuentran la misión, la vocación y el propósito de vida, que luego se alinean con el propósito organizacional. “Cuando ves el valor de tu propósito en el de la empresa, cambias la forma en que trabajas. Te sientes parte, no solo ejecutor”, dice Carolina. Un libro para quienes buscan sentido en el trabajo Durante la conversación, Marcone insistió en que esta transformación no es solo para los líderes: “El Talento Único lo tenemos todos. Todos podemos llevar luz a los espacios oscuros”. Efecto Polilla es, así, una guía para líderes, emprendedores, consultores o cualquier persona que quiera repensar la forma en que se relaciona con su trabajo. “Hoy el futuro del trabajo no está en la automatización, está en la humanización”, enfatiza. “Las organizaciones del mañana serán las que comprendan primero a las personas”. Si quieres conocer más sobre el libro, su proceso creativo y la experiencia de Marcone trabajando con equipos en Chile y en el extranjero, te dejamos la entrevista completa que realizamos para nuestro canal de Youtube.
Elizabeth Subercaseaux ha retratado en diferentes publicaciones la vida de compositores clásicos tales como Robert Schumann, Johannes Brahms, Joan Sebastian Bach y Ludwig Van Beethoven, y ahora nos trae la historia de Richard Wagner, músico de personalidad difícil y controversial, una vida llena de contradicciones, creador de obras fundamentales como El Anillo del Nibelungo, La Marcha Nupcial o Cabalgata de las Valquirias, por mencionar algunas. En una interesante narración, nos adentramos en una historia llena de complejidades donde el músico alemán vio frustradas varias veces sus ansias de fama y sus sueños de convertirse en un artista respetado. Sobre su relación con la música y la escritura de biografías de algunos grandes compositores, Elizabeth nos cuenta que “llegué a esto por razones familiares… yo soy tataranieta de Robert Schumann y de Clara Wieck que son el gran compositor y la gran pianista del siglo XIX en Alemania, entonces yo sabía que en algún momento iba a meterme con la vida de mi tatarabuelo, por un interés personal. Y bueno cuando hice la investigación de Robert Schumann, era en realidad la investigación del siglo XIX, me enamoré del siglo XIX y me metí en el mundo de la música”. La talentosa autora ha trabajado y destacado en distintas facetas, de las cuales plantea que “yo creo que de cierta manera es un complemento, no te podría decir en cual faceta me siento más plena. Yo siempre, ya sea lo que sea que una esté haciendo, la carrera que sea que esté desarrollando, trato de dar lo mejor de una misma”. Una interesante propuesta de Subercaseaux, que nos invita a leer no solo uno, sino que el resto de sus textos también. Para ver la entrevista completa con Elizabeth Subercaseaux visita nuestro canal de Youtube, allí conocerás más detalles de su nuevo libro “Wagner, El Genio y su Condena” y sobre su diversa carrera.
La periodista y cocinera Dalal Halabi presenta su segunda publicación,Cocina Mestiza, un libro que va más allá de un simple recetario. Se trata de una guía repleta de historias, sabores y mezclas culturales, que invita a los lectores a cocinar de forma fácil, entretenida y creativa. Tal como explica la autora, “se trata de todo lo que uno puede comer en el día, durante el día... ojalá con harta imaginación y harta diversidad de ingredientes. Pero más que ingredientes extraños, apelar a la creatividad y a las mezclas diferentes”. El libro, que dedica a sus abuelas, grandes influencias en su cocina, reúne más de 100 recetas distribuidas según los distintos momentos del día -además de postres y bebidas- que van desde unos ñoquis con carne mongoliana o lentejas con curry y berenjena , hasta un cheesecake de baklava o ostiones al pil pil con papas fritas . En sus primeras páginas, la autora también ofrece una práctica guía de ingredientes esenciales para mantener en la despensa, ideal para quienes buscan improvisar y experimentar nuevas combinaciones. “Hay varias cosas en las recetas de este libro que se pueden reemplazar; le metí hartos tips porque me gusta que haya una versión para los vegetarianos, que haya una opción para los carnívoros. Que haya opciones para todos, que haya mezclas”, explica Halabi. Música para cocinar Para acompañar la experiencia culinaria de Cocina Mestiza, Dalal propone una playlist en Spotify con las canciones que la inspiraron mientras cocinaba y escribía el libro. Entre los temas destacan “Serenata Rap” de Jovanotti, “Se fue” de Laura Pausini, “Morir de amor” de Miguel Bosé, “Doo Wop” de Lauryn Hill, “All That She Wants” de Ace of Base y “Sonnet” de The Verve. “Ahí pueden pinchar y escuchar la música que yo escuchaba mientras cocinaba este libro”, comenta la autora. Más que una colección de recetas, Cocina Mestiza es una invitación a descubrir sabores, improvisar y dejarse llevar por el placer de cocinar. “Ojalá que sea un libro que los inspire a cocinar diferentes cosas y a abrir su cabeza a diferentes sabores”, añade la cocinera. Revisa nuestra entrevista completa con Dalal Halabi sobre Cocina Mestiza y los recuerdos que evocan los sabores, en nuestro canal de YouTube.
Hay personajes que no envejecen. Se transforman. Mutan. Vuelven. Doctor Mortis es uno de ellos. Creado hace ocho décadas por Juan Marino Cabello, Mortis no solo marcó a generaciones de oyentes con su voz cavernosa y sus relatos radiales, sino que se convirtió en el gran emblema del terror chileno. Hoy, ese legado recibe un homenaje a la altura de su leyenda con Mortis: El último testamento, novela de Miguel Ferrada que funciona tanto como relectura moderna del mito como una carta de amor al género. La historia nos traslada al sur de Chile, territorio ideal para que lo inexplicable eche raíces. Allí se cruzan Susan Clark, una investigadora inglesa, y Rubén Duarte, un agente chileno. Aunque se presentan como policías, en realidad pertenecen a una organización secreta dedicada a investigar fenómenos paranormales. Su caso más reciente los enfrenta a una cadena de crímenes brutales, a las ruinas de una casa ligada a un científico nazi y, sobre todo, a una presencia que parece atravesar siglos de horror: Mortis. ¿Es una persona? ¿Una entidad? ¿Un concepto que se manifiesta una y otra vez en los momentos más oscuros de la historia? Ferrada juega con esas preguntas y empuja a sus protagonistas -y al lector- hacia un escenario donde el apocalipsis no es una metáfora, sino una posibilidad concreta. Lo interesante de El último testamento es cómo dialoga con referentes reconocibles sin perder identidad propia. Hay ecos de Stephen King, de Los Expedientes X, del thriller conspirativo y de la ciencia ficción clásica, pero siempre filtrados por una sensibilidad local: bosques húmedos, pueblos aislados, secretos enterrados y un mal que parece conocer muy bien nuestra historia. Más que una simple novela de terror, el libro se lee como una actualización necesaria del mito Mortis, pensada tanto para quienes crecieron escuchándolo en la radio como para nuevos lectores que quizás se acerquen por primera vez al personaje. Ferrada no busca imitar, sino expandir el universo, darle cuerpo, contexto y un nuevo pulso narrativo. A 80 años de su creación, Mortis demuestra que sigue siendo una figura incómoda, inquietante y vigente. Y que el terror, cuando está bien contado, no necesita presentaciones: solo volver a pronunciar su nombre para que algo se despierte en la oscuridad. Conversamos con Miguel Ferrada sobre su nuevo libro “Mortis, el último testamento”. Revisa la entrevista completa en nuestro canal de YouTube.
EnLa música de los domingos por la tarde, Gonzalo Garay vuelve a tensionar los límites de su escritura. Si en La vida de los otros el anclaje estaba puesto en la experiencia judicial y una narración más lineal, esta nueva novela se abre hacia un territorio más fragmentario, oscuro y experimental, donde las identidades se cruzan, los narradores se desdoblan y los mundos -domésticos, legales, culinarios, sexuales- chocan entre sí. “La música de los domingos por la tarde” no surge como un quiebre abrupto dentro de su obra, sino como la decantación de un universo que Garay viene explorando desde libros anteriores. “Yo venía ya en este universo experimentando”, explica el autor. “En cada libro intento hacer algo diferente. No sé si lo logro, pero al menos ese es el ánimo: la búsqueda de un hallazgo distinto”. La novela se articula desde la memoria y la introspección. Nicolás Stewart, escritor en formación, revisa su vida desde un sillón cargado de recuerdos, en un ejercicio casi judicial consigo mismo. Desde ahí emerge una narración que no privilegia la cronología, sino las escenas, los ecos, las obsesiones. “Esta novela no importa tanto la cronología como las escenas”, señala Garay. “Quise complicarle bien la lectura al lector, exigirle más”. Uno de los núcleos más perturbadores del libro es la relación entre Nicolás y Bastián Richter, el pastelero iluminado y psicópata de sonrisa apacible. La gastronomía, lejos de ser un mero decorado, se convierte en un mundo simbólico que arrastra otros temas: la soledad, la iniciación, la moral, la delincuencia y sus orígenes. “Hay límites morales que se van expandiendo”, dice Garay. “Hay una administración de la soledad, hay un universo femenino muy rico, y también una pulsión que atraviesa todo el libro”. Esa pulsión es, justamente, la música del título. No una melodía concreta, sino un estado interno. “Lo que los escritores sienten, al menos yo, es un sonido muy musical que vas transformando en ideas, imágenes y finalmente en palabras”, explica. “La música de los domingos por la tarde es ese exceso, todo lo que realiza Nicolás para intentar entender el mundo y entenderse a sí mismo”. El libro también propone un juego explícito entre realidad y ficción. A través de Gustavo García -abogado y narrador paralelo- Garay introduce una historia dentro de otra, en un ejercicio consciente de metanarrativa. “Fue absolutamente a propósito, fue un juego”, reconoce. “Me gusta leer literatura que me exija, y quise hacer algo similar”. No es casual que el derecho tenga un lugar central en este entramado. Para Garay, la conexión entre literatura y derecho es profunda. “ El derecho es un lugar súper importante para mí. Hay una conexión muy estrecha entre derecho y literatura. Es algo que conozco, que he vivido, y que inevitablemente aparece”. Más allá de sus múltiples capas, La música de los domingos por la tarde no busca complacer. Garay lo asume sin rodeos: “No creo que sea un libro para todo el mundo”. Lo que sí espera es provocar una experiencia particular en el lector. “Me parecería interesante que alguien sintiera un placer incómodo. Reconocer en el otro algo que pensaste que nunca serías capaz de hacer, pero darte cuenta de que sí”. Ese espejo inquietante es, para el autor, una de las funciones esenciales de la literatura. “El mundo tampoco es un camino de rosas. Yo no estoy mintiendo: las cosas que están en el libro son cosas que pasan. Con cierta ficción, pero pasan”. Después de siete libros, Garay reconoce que esta novela lo enfrentó a algo nuevo: “Aquí me enfrenté directamente con mi miedo, con mi fantasma, y lo compartí con los lectores”. Un proceso más denso, más exigente, donde los personajes terminaron por soltarse de cualquier amarre moral. “ Ellos hicieron la historia. El libro se fue haciendo solo”. Como resume la contraportada -y como insiste el propio autor- La música de los domingos por la tarde es “una novela sobre la memoria, el deseo y el fuego que no todo lo consume”. Una historia íntima y brutal, donde el pasado suena como un disco rayado en tardes de domingo. Y la pregunta queda flotando, como eco final: ¿Qué música suena dentro de ti cuando todo parece callar? Revisa la entrevista completa con Gonzalo Garay sobre su nuevo libro en nuestro canal de Youtube.
¿Cómo construir organizaciones más humanas sin perder efectividad? ¿Cómo conectar el trabajo con un sentido real y no solo con metas o indicadores? Esas fueron algunas de las preguntas que conversamos con Carolina Marcone, escritora, consultora y coach con más de una década acompañando procesos de evolución cultural, quien acaba de lanzar Efecto Polilla, un libro que propone mirar el mundo laboral desde otra luz. Inspirado en la metáfora de las polillas que buscan claridad en la oscuridad, el libro plantea un giro profundo: pasar del ego al amor, del control al propósito y de la productividad individual a la conciencia compartida. Un cambio que, según Marcone, no solo es necesario, sino urgente. “Lo que uno aprende cuando trabaja con organizaciones es que la cultura no se cambia desde afuera, se transforma desde adentro, desde el ser”, nos comenta. De ahí que Efecto Polilla combine neurociencia, biología, pensamiento sistémico y gestión. No se trata de una receta, sino de una invitación a comprender cómo funcionamos como personas y cómo eso repercute en lo que construimos juntos. GlocalQ y Talento Único: dos caminos para transformar Dentro del libro, Marcone presenta dos metodologías propias desarrolladas tras años de acompañar a líderes, equipos y empresas: GlocalQ, diseñada para acelerar la evolución cultural de las organizaciones. Se basa en cinco pilares —propósito anclado, identidad vivida, liderazgo alineado, performance medible y dinámicas conscientes— y tiene una particularidad: se adapta al estado evolutivo de cada empresa. “Si una organización está en un nivel muy temprano de conciencia, no le puedes pedir dinámicas avanzadas de cultura. La metodología se mueve con ellos”, explica. Talento Único, una herramienta orientada a descubrir y potenciar las habilidades naturales de cada persona. Inspirada en el Ikigai, busca responder preguntas clave: qué amas, en qué eres bueno, qué aportas y por qué te pagan. A partir de ahí se encuentran la misión, la vocación y el propósito de vida, que luego se alinean con el propósito organizacional. “Cuando ves el valor de tu propósito en el de la empresa, cambias la forma en que trabajas. Te sientes parte, no solo ejecutor”, dice Carolina. Un libro para quienes buscan sentido en el trabajo Durante la conversación, Marcone insistió en que esta transformación no es solo para los líderes: “El Talento Único lo tenemos todos. Todos podemos llevar luz a los espacios oscuros”. Efecto Polilla es, así, una guía para líderes, emprendedores, consultores o cualquier persona que quiera repensar la forma en que se relaciona con su trabajo. “Hoy el futuro del trabajo no está en la automatización, está en la humanización”, enfatiza. “Las organizaciones del mañana serán las que comprendan primero a las personas”. Si quieres conocer más sobre el libro, su proceso creativo y la experiencia de Marcone trabajando con equipos en Chile y en el extranjero, te dejamos la entrevista completa que realizamos para nuestro canal de Youtube.
Elizabeth Subercaseaux ha retratado en diferentes publicaciones la vida de compositores clásicos tales como Robert Schumann, Johannes Brahms, Joan Sebastian Bach y Ludwig Van Beethoven, y ahora nos trae la historia de Richard Wagner, músico de personalidad difícil y controversial, una vida llena de contradicciones, creador de obras fundamentales como El Anillo del Nibelungo, La Marcha Nupcial o Cabalgata de las Valquirias, por mencionar algunas. En una interesante narración, nos adentramos en una historia llena de complejidades donde el músico alemán vio frustradas varias veces sus ansias de fama y sus sueños de convertirse en un artista respetado. Sobre su relación con la música y la escritura de biografías de algunos grandes compositores, Elizabeth nos cuenta que “llegué a esto por razones familiares… yo soy tataranieta de Robert Schumann y de Clara Wieck que son el gran compositor y la gran pianista del siglo XIX en Alemania, entonces yo sabía que en algún momento iba a meterme con la vida de mi tatarabuelo, por un interés personal. Y bueno cuando hice la investigación de Robert Schumann, era en realidad la investigación del siglo XIX, me enamoré del siglo XIX y me metí en el mundo de la música”. La talentosa autora ha trabajado y destacado en distintas facetas, de las cuales plantea que “yo creo que de cierta manera es un complemento, no te podría decir en cual faceta me siento más plena. Yo siempre, ya sea lo que sea que una esté haciendo, la carrera que sea que esté desarrollando, trato de dar lo mejor de una misma”. Una interesante propuesta de Subercaseaux, que nos invita a leer no solo uno, sino que el resto de sus textos también. Para ver la entrevista completa con Elizabeth Subercaseaux visita nuestro canal de Youtube, allí conocerás más detalles de su nuevo libro “Wagner, El Genio y su Condena” y sobre su diversa carrera.
La periodista y cocinera Dalal Halabi presenta su segunda publicación,Cocina Mestiza, un libro que va más allá de un simple recetario. Se trata de una guía repleta de historias, sabores y mezclas culturales, que invita a los lectores a cocinar de forma fácil, entretenida y creativa. Tal como explica la autora, “se trata de todo lo que uno puede comer en el día, durante el día... ojalá con harta imaginación y harta diversidad de ingredientes. Pero más que ingredientes extraños, apelar a la creatividad y a las mezclas diferentes”. El libro, que dedica a sus abuelas, grandes influencias en su cocina, reúne más de 100 recetas distribuidas según los distintos momentos del día -además de postres y bebidas- que van desde unos ñoquis con carne mongoliana o lentejas con curry y berenjena , hasta un cheesecake de baklava o ostiones al pil pil con papas fritas . En sus primeras páginas, la autora también ofrece una práctica guía de ingredientes esenciales para mantener en la despensa, ideal para quienes buscan improvisar y experimentar nuevas combinaciones. “Hay varias cosas en las recetas de este libro que se pueden reemplazar; le metí hartos tips porque me gusta que haya una versión para los vegetarianos, que haya una opción para los carnívoros. Que haya opciones para todos, que haya mezclas”, explica Halabi. Música para cocinar Para acompañar la experiencia culinaria de Cocina Mestiza, Dalal propone una playlist en Spotify con las canciones que la inspiraron mientras cocinaba y escribía el libro. Entre los temas destacan “Serenata Rap” de Jovanotti, “Se fue” de Laura Pausini, “Morir de amor” de Miguel Bosé, “Doo Wop” de Lauryn Hill, “All That She Wants” de Ace of Base y “Sonnet” de The Verve. “Ahí pueden pinchar y escuchar la música que yo escuchaba mientras cocinaba este libro”, comenta la autora. Más que una colección de recetas, Cocina Mestiza es una invitación a descubrir sabores, improvisar y dejarse llevar por el placer de cocinar. “Ojalá que sea un libro que los inspire a cocinar diferentes cosas y a abrir su cabeza a diferentes sabores”, añade la cocinera. Revisa nuestra entrevista completa con Dalal Halabi sobre Cocina Mestiza y los recuerdos que evocan los sabores, en nuestro canal de YouTube.