Una de las atracciones turísticas que no te puedes perder en Palermo, la capital de la italiana isla de Sicilia, es la visita a uno de sus mercados al aire libre. Es una manera de conectar con la ciudad de una manera auténtica, ya que no solamente hoy son una importante expresión de la vida citadina, sino también una muestra de historia viva de una urbe que tiene siglos de existencia. El mercado de Ballaró, del cual hablaremos a continuación, es uno de los más antiguos mercados de Palermo; nació durante la presencia árabe en Sicilia que data de los siglos IX y X d.C, y hoy por hoy, es su mercado más grande. Pasear por las calles y plazas donde se instala Ballaró es toda una experiencia. Probablemente es el mercado europeo que más se asemeja a un zoco del norte de África, donde puedes encontrar productos de todo tipo: alimentos como carnes, pescados, charcutería, quesos, vinos; productos varios para el hogar; los infaltables recuerditos para los turistas; y, lo más interesante para el visitante, una gran cantidad de puestos y locales con servicio de comidas típicas de la zona. Por supuesto que en otras partes de la ciudad se pueden encontrar estos mismos platos con una calidad superior, pero la experiencia de comer en un mercado, al lado de hombres gritando en su dialecto intentando vender sus productos, y las calles llenas de potenciales compradores y curiosos, es un plus que solo se puede vivir en este lugar. Dentro de este barrio tan especial, también hay un espacio para aquellos que aman el buen arte y la exquisita arquitectura. A un costado, en la plaza Casa Professa, se encuentra la que para muchos es la iglesia más bella de la ciudad: la iglesia del Gesú. Este templo construido por los jesuitas en el siglo XVII, si bien por fuera no escapa a ser la típica iglesia jesuita-barroca de su época, esconde en su interior uno de los más bellos espectáculos que el barroco siciliano puede ofrecernos: pinturas, esculturas y artes decorativas fieles representantes de este particular ángulo localista del barroco, hace de la visita a la iglesia del Gesú casi un imperativo. ¿Cómo llegar al barrio donde se instala el mercado de Ballaró? Muy simple. Si llegas en tren, debes salir de la estación central de Palermo y caminar hacia tu izquierda unas pocas cuadras, tras lo cual encontrarás una de sus inconfundibles calles. En síntesis, está ubicado al sur del centro de la ciudad, por lo que puedes seguir caminando, tras la visita, hacia el norte y llegar a la céntrica calle Vittorio Emanuele. Si te interesa conocer más sobre este tradicional y entretenido lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Siracusa es una ciudad ubicada en el sudeste de la costa siciliana, al sur de la importante ciudad puerto de Catania (alrededor de 1 y hora y media de recorrido en autobús). Esta urbe fue fundada en el año 734 a. C por griegos provenientes de Corintios, llegando a ser, durante la época clásica de la Grecia Antigua, la principal y más poderosa ciudad-estado de toda la región conocida como la Magna Grecia (que correspondería hoy al sur de Italia). En este importante centro cultural nació y se desarrolló intelectualmente Arquímedes, quien fue inventor, matemático, físico y astrónomo (un Leonardo da Vinci de su época), cuya obra hoy puede ser conocida en un museo. La zona más visitada de esta ciudad de un poco más de 100.000 habitantes es su casco histórico, la llamada Isola d’ Ortigia. Fue en esta pequeña isla, hoy unida al resto de Siracusa por dos puentes, donde los griegos construyeron y desarrollaron su polis. Hoy es la zona que cuenta con más atractivo para una visita que pretenda descubrir la historia y disfrutar tanto de su rica arquitectura como de unos preciosos paseos junto al mar. Del pasado griego se puede observar las ruinas del templo de Apolo, y para aquellos amantes de la mitología, la llamada fuente de Aretusa: un hermoso manantial natural de agua dulce a solo metros de la costa del Mar Adriático desde donde emergió a la superficie la ninfa Aretusa. Este lugar es muy recomendable, además de estar al lado de un mirador que tiene excelentes vistas. Otro punto importante es la plaza del Duomo, donde se encuentra el edificio de la catedral de Siracusa, consagrado en el siglo VII d. C., y cuya base es el templo de Atenea que data del siglo V a. C. De hecho se conservan las imponentes columnas dóricas del primitivo templo en los muros de la actual iglesia. También recomendamos visitar la plaza de Arquímedes, en donde se encuentra la fuente más hermosa de la ciudad, la Fontana di Diana, una monumental obra de comienzos del siglo XX de inspiración barroca, que es digna de ser apreciada por largos minutos. Otro punto relevante es el mercado callejero de Ortigia. De dimensiones más reducidas que otros mercados sicilianos de su tipo, este destaca por su belleza y orden. En sus calles podrás encontrar el reconocido local de Caseificio Borderi, donde se venden los mejores sándwiches de la ciudad, y prácticamente otro de los imperdibles de esta zona. Si quieres conocer la isla de Ortigia, y además tienes curiosidad de conocer los famosos “sanguchitos” de Borderi, te invitamos a que veas el video a continuación.
Al escuchar hablar sobre la ciudad de Nápoles, inmediatamente se viene a la mente una de las comidas más famosas del mundo: la pizza. Y es lo más lógico, por cuanto es en este importante puerto italiano que nació la pizza, tal como la conocemos hoy, en el siglo XVI. Pero la ciudad que tiene como ídolo a Diego Armando Maradona es apreciada gastronómicamente no solo por la pizza, sino por contar con una gastronomía variada, elaborada con materias primas de primerísimo nivel producidas en la fértil región de Campania. Y dentro de esa variedad, que hace a Nápoles un destino obligado para los amantes del buen comer y del Bueno, Bonito y Barato, destaca también su pastelería. Como otros países europeos, Italia también destaca por contar con una pastelería de muy buen nivel, y Nápoles no se queda atrás. Hay un sinnúmero de pastelerías en cada barrio (incluso hay muchas cadenas de pastelerías tradicionales), para deleitar con sus productos a locales y turistas. La oferta de estas es amplia: puedes encontrar desde el tan italiano cornetto; pasteles propios de la pastelería francesa o suiza, como el pain au chocolat o el pain suisse; o una variedad considerable de pastelitos y dulces napolitanos (de nacimiento o adaptados). A continuación, les hablaremos de algunos de ellos. Uno de los dulces más típicos de Nápoles es la sfogliatella, una masa horneada rellena de ricota dulce, sémola, canela, vainilla y trocitos de naranjas confitadas. Originalmente la masa es de hojaldre, de suaves y delgadas hojas (de ahí su nombre), también conocida como sfogliatella riccia. Se dice que la característica crujiente de este pastel llevó a crear una versión más blanda (en especial para las personas que habían perdido sus dientes), naciendo así la sfogliatella frolla: mismo relleno, pero esta vez envuelto en una masa quebrada. Ambas versiones, la riccia y la frolla, son imperdibles si vas a la capital de Campania…pero no es lo único. Otro dulce que no puedes dejar de probar es el babá. Originario de Polonia y adaptado en Francia, llegó a Nápoles en el siglo XIX, donde se adapta definitivamente como napolitano. Es un bizcocho muy suave y esponjoso, remojado de un almíbar de ron. Hoy se puede encontrar con cremas o chocolate encima, pero te animo a probar el original, donde si bien el sabor del ron es intenso, no es altamente alcohólico. Por último, quisiéramos destacar un dulce moderno, en el sentido de que fue creado sólo en 2015: el fiocco di neve (copo de nieve). Su inventor fue Ciro Poppella, de la pasticceria del mismo nombre, y consiste en una especie de bollo de una masa extremadamente suave y delgada, de forma esférica, y rellena de una crema también suave a base de ricota y leche. También existen variedades con rellenos de chocolate y pistacho. El éxito de esta propuesta pastelera ha llevado al fiocco di neve de Poppella a ser otro de los imperdibles si visitas la ciudad. Hay muchos más dulces para probar en Nápoles, como la zeppola di San Giuseppe o la pastiera, por ejemplo. Si eres un amante de los dulces, te invitamos a ver el siguiente video donde te mostramos lo mejor de la pastelería tradicional napolitana. Para conocer más, revisa el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
El concepto de foodporn, o comida pornográfica en español, nos lleva a aquellas preparaciones gastronómicas que visualmente nos llaman la atención y que, con alta probabilidad, nos hagan salivar. En términos generales, un producto foodporn está elaborado con la debida atención para que a la vista del comensal sea llamativo y que provoquen en él ganas de comerlo. Esta nueva tendencia gastronómica va muy de la mano de la explosión que han tenido estos últimos años las redes sociales, medios por los cuales promueven cada vez más lugares en los cuales encontrar buena y vistosa comida. La ciudad siciliana de Catania, la segunda más grande de la isla italiana del sur, es conocida como una de las localidades donde la oferta de comida “apetitosa” es amplia. Por ello, en nuestra visita, pasamos a conocer in situ algunos de estos lugares, y a disfrutar de comida de muy buen nivel, salada y dulce, y con un aspecto seductor. Partimos muy temprano a una pastelería que, a pesar de estar lejos del centro de la ciudad, cuenta con dulces muy vistosos. Nos referimos al Panificio La Farina (Via S. Filippo Neri, n°s 34/36). Cuenta con una amplísima oferta de pasteles salados y dulces, especiales para un desayuno, snacks o un almuerzo a la rápida. En el caso de los dulces, se pueden encontrar desde los muy sicilianos cannoli hasta el infaltable de cada desayuno italiano: el cornetto. Todos ellos con espectaculares diseños y muchas alternativas en cuanto a sus rellenos. Para el almuerzo optamos por un sándwich más internacional: la hamburguesa. Para ello fuimos a MeCavaddu (Via Antonino di Sangiuliano, n° 261), en el centro de Catania. La novedad es que todas las hamburguesas ofrecidas pueden ser con carne de caballo, una carne muy popular en esta ciudad. Precios muy buenos, sándwiches con mucha carne y la novedad de probar algo no generalizado en nuestro país. Para tomar nuestra tradicional “once” optamos por Chocofusión (Viale Vittorio Veneto, n° 52). Ubicado cerca de las calles más centrales de Catania, y a pocos metros de la estación del metro “Italia”, Chocofusión es el paraíso de lo dulce: chocolates, tortas, milkshakes, copas de helados monumentales y un largo etc., es la oferta de este lugar. Finalmente, para la cena optamos por Le Tre Farine (Via Gulli, n°4) a pocos pasos de las calles más centrales. Este es un restaurante muy bonito, moderno, y con una oferta gastronómica enfocada a las pastas, las pizzas y las hamburguesas. Probamos uno de sus productos estrella: la pizzaburguer; un monstruo que une carne con cebollas entre dos pizzas enteras. Además de la buena atención, todos sus platos tienen una presentación espectacular, foodporn puro. Y si después de leer, tienes curiosidad de como se ven estos sensacionales productos, te invitamos a ver el siguiente capítulo completo de En Palco Condimenta.
Las islas eolias son un archipiélago compuesto por 7 islas volcánicas. Ubicadas al norte de la costa noreste de la gigante isla de Sicilia, Italia, probablemente hacen más noticias por las erupciones de Stromboli (una de las ínsulas que tiene uno de los volcanes más activos de Europa). Pero fuera de la actividad sísmica, son reconocidas como un destino turístico de primer nivel, en especial en época estival. Volcanes, playas, gastronomía y mucha historia son parte de la carta de presentación de las Eolias, todo lo cual las llevaron a ser consideradas el año 2000 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De las siete, la principal es Lipari; la más grande en extensión y en población. Con un poco más de 10.000 habitantes, Lipari es conocida también como la isla de los colores, ya que el intenso azul del mar y hermoso verde/café de sus cerros se combinan con edificios alegremente pintados que dan una sensación de estar dentro de esas películas italianas clásicas de antaño. Como buena isla, cuenta con hermosas playas, dentro de las cuales destaca la de Canneto, una de las más próximas al pueblo principal, igualmente llamado Lipari, que además es su principal puerto. De calles estrechas decoradas principalmente por flores y coloridas obras de artistas visuales, sus puntos más bellos son la llamada Marina Corta, un pequeño puerto para embarcaciones menores rodeado por elegantes restaurantes a la orilla del mar y por una arquitectura preciosa, conectada a la calle, a mi gusto, más hermosa de toda Lipari: la vía Garibaldi. Los paseos por lindas calles y el goce de una gastronomía siciliana muy marcada por los productos frescos del mar, no es el único valor de Lipari. También cuenta con un patrimonio histórico-cultural que da cuenta de la riqueza de una isla que fue habitada desde tiempos prehistóricos y colonizada por inmigrantes griegos entre los siglos VII y VI a. de C. Por la ya señalada vía Garibaldi se llega a una larga escalera que lleva a la parte alta del pueblo, la que atesora 3 importantes tesoros: la catedral de San Bartolomeo, iglesia barroca en honor al santo patrono de la isla; el museo arqueológico, considerado uno de los más importantes de todo el Mediterráneo; y su acrópolis, donde se exhiben tumbas antiguas, un teatro romano y que cuenta con las mejores vistas del pueblo. Para llegar a Lipari, el trayecto más corto y económico es partiendo desde el puerto de Milazzo, ubicado en la provincia de Messina, Sicilia (lugar que también recomiendo y del cual puedes leer nuestra experiencia en este sitio web). Zarpan diariamente unas rápidas embarcaciones llamadas hidroalas, de la compañía Liberty Lines. La duración del viaje es de alrededor de una hora. El pueblo se puede recorrer desde el puerto perfectamente a pie. Para recorrer el resto de la isla es necesario arrendar un vehículo, los cuales se arriendan a la salida del puerto. Si quieres conocer más sobre la isla de Lipari, te invitamos a ver el siguiente video.
Una de las atracciones turísticas que no te puedes perder en Palermo, la capital de la italiana isla de Sicilia, es la visita a uno de sus mercados al aire libre. Es una manera de conectar con la ciudad de una manera auténtica, ya que no solamente hoy son una importante expresión de la vida citadina, sino también una muestra de historia viva de una urbe que tiene siglos de existencia. El mercado de Ballaró, del cual hablaremos a continuación, es uno de los más antiguos mercados de Palermo; nació durante la presencia árabe en Sicilia que data de los siglos IX y X d.C, y hoy por hoy, es su mercado más grande. Pasear por las calles y plazas donde se instala Ballaró es toda una experiencia. Probablemente es el mercado europeo que más se asemeja a un zoco del norte de África, donde puedes encontrar productos de todo tipo: alimentos como carnes, pescados, charcutería, quesos, vinos; productos varios para el hogar; los infaltables recuerditos para los turistas; y, lo más interesante para el visitante, una gran cantidad de puestos y locales con servicio de comidas típicas de la zona. Por supuesto que en otras partes de la ciudad se pueden encontrar estos mismos platos con una calidad superior, pero la experiencia de comer en un mercado, al lado de hombres gritando en su dialecto intentando vender sus productos, y las calles llenas de potenciales compradores y curiosos, es un plus que solo se puede vivir en este lugar. Dentro de este barrio tan especial, también hay un espacio para aquellos que aman el buen arte y la exquisita arquitectura. A un costado, en la plaza Casa Professa, se encuentra la que para muchos es la iglesia más bella de la ciudad: la iglesia del Gesú. Este templo construido por los jesuitas en el siglo XVII, si bien por fuera no escapa a ser la típica iglesia jesuita-barroca de su época, esconde en su interior uno de los más bellos espectáculos que el barroco siciliano puede ofrecernos: pinturas, esculturas y artes decorativas fieles representantes de este particular ángulo localista del barroco, hace de la visita a la iglesia del Gesú casi un imperativo. ¿Cómo llegar al barrio donde se instala el mercado de Ballaró? Muy simple. Si llegas en tren, debes salir de la estación central de Palermo y caminar hacia tu izquierda unas pocas cuadras, tras lo cual encontrarás una de sus inconfundibles calles. En síntesis, está ubicado al sur del centro de la ciudad, por lo que puedes seguir caminando, tras la visita, hacia el norte y llegar a la céntrica calle Vittorio Emanuele. Si te interesa conocer más sobre este tradicional y entretenido lugar, te invitamos a ver el siguiente video.
Siracusa es una ciudad ubicada en el sudeste de la costa siciliana, al sur de la importante ciudad puerto de Catania (alrededor de 1 y hora y media de recorrido en autobús). Esta urbe fue fundada en el año 734 a. C por griegos provenientes de Corintios, llegando a ser, durante la época clásica de la Grecia Antigua, la principal y más poderosa ciudad-estado de toda la región conocida como la Magna Grecia (que correspondería hoy al sur de Italia). En este importante centro cultural nació y se desarrolló intelectualmente Arquímedes, quien fue inventor, matemático, físico y astrónomo (un Leonardo da Vinci de su época), cuya obra hoy puede ser conocida en un museo. La zona más visitada de esta ciudad de un poco más de 100.000 habitantes es su casco histórico, la llamada Isola d’ Ortigia. Fue en esta pequeña isla, hoy unida al resto de Siracusa por dos puentes, donde los griegos construyeron y desarrollaron su polis. Hoy es la zona que cuenta con más atractivo para una visita que pretenda descubrir la historia y disfrutar tanto de su rica arquitectura como de unos preciosos paseos junto al mar. Del pasado griego se puede observar las ruinas del templo de Apolo, y para aquellos amantes de la mitología, la llamada fuente de Aretusa: un hermoso manantial natural de agua dulce a solo metros de la costa del Mar Adriático desde donde emergió a la superficie la ninfa Aretusa. Este lugar es muy recomendable, además de estar al lado de un mirador que tiene excelentes vistas. Otro punto importante es la plaza del Duomo, donde se encuentra el edificio de la catedral de Siracusa, consagrado en el siglo VII d. C., y cuya base es el templo de Atenea que data del siglo V a. C. De hecho se conservan las imponentes columnas dóricas del primitivo templo en los muros de la actual iglesia. También recomendamos visitar la plaza de Arquímedes, en donde se encuentra la fuente más hermosa de la ciudad, la Fontana di Diana, una monumental obra de comienzos del siglo XX de inspiración barroca, que es digna de ser apreciada por largos minutos. Otro punto relevante es el mercado callejero de Ortigia. De dimensiones más reducidas que otros mercados sicilianos de su tipo, este destaca por su belleza y orden. En sus calles podrás encontrar el reconocido local de Caseificio Borderi, donde se venden los mejores sándwiches de la ciudad, y prácticamente otro de los imperdibles de esta zona. Si quieres conocer la isla de Ortigia, y además tienes curiosidad de conocer los famosos “sanguchitos” de Borderi, te invitamos a que veas el video a continuación.
Al escuchar hablar sobre la ciudad de Nápoles, inmediatamente se viene a la mente una de las comidas más famosas del mundo: la pizza. Y es lo más lógico, por cuanto es en este importante puerto italiano que nació la pizza, tal como la conocemos hoy, en el siglo XVI. Pero la ciudad que tiene como ídolo a Diego Armando Maradona es apreciada gastronómicamente no solo por la pizza, sino por contar con una gastronomía variada, elaborada con materias primas de primerísimo nivel producidas en la fértil región de Campania. Y dentro de esa variedad, que hace a Nápoles un destino obligado para los amantes del buen comer y del Bueno, Bonito y Barato, destaca también su pastelería. Como otros países europeos, Italia también destaca por contar con una pastelería de muy buen nivel, y Nápoles no se queda atrás. Hay un sinnúmero de pastelerías en cada barrio (incluso hay muchas cadenas de pastelerías tradicionales), para deleitar con sus productos a locales y turistas. La oferta de estas es amplia: puedes encontrar desde el tan italiano cornetto; pasteles propios de la pastelería francesa o suiza, como el pain au chocolat o el pain suisse; o una variedad considerable de pastelitos y dulces napolitanos (de nacimiento o adaptados). A continuación, les hablaremos de algunos de ellos. Uno de los dulces más típicos de Nápoles es la sfogliatella, una masa horneada rellena de ricota dulce, sémola, canela, vainilla y trocitos de naranjas confitadas. Originalmente la masa es de hojaldre, de suaves y delgadas hojas (de ahí su nombre), también conocida como sfogliatella riccia. Se dice que la característica crujiente de este pastel llevó a crear una versión más blanda (en especial para las personas que habían perdido sus dientes), naciendo así la sfogliatella frolla: mismo relleno, pero esta vez envuelto en una masa quebrada. Ambas versiones, la riccia y la frolla, son imperdibles si vas a la capital de Campania…pero no es lo único. Otro dulce que no puedes dejar de probar es el babá. Originario de Polonia y adaptado en Francia, llegó a Nápoles en el siglo XIX, donde se adapta definitivamente como napolitano. Es un bizcocho muy suave y esponjoso, remojado de un almíbar de ron. Hoy se puede encontrar con cremas o chocolate encima, pero te animo a probar el original, donde si bien el sabor del ron es intenso, no es altamente alcohólico. Por último, quisiéramos destacar un dulce moderno, en el sentido de que fue creado sólo en 2015: el fiocco di neve (copo de nieve). Su inventor fue Ciro Poppella, de la pasticceria del mismo nombre, y consiste en una especie de bollo de una masa extremadamente suave y delgada, de forma esférica, y rellena de una crema también suave a base de ricota y leche. También existen variedades con rellenos de chocolate y pistacho. El éxito de esta propuesta pastelera ha llevado al fiocco di neve de Poppella a ser otro de los imperdibles si visitas la ciudad. Hay muchos más dulces para probar en Nápoles, como la zeppola di San Giuseppe o la pastiera, por ejemplo. Si eres un amante de los dulces, te invitamos a ver el siguiente video donde te mostramos lo mejor de la pastelería tradicional napolitana. Para conocer más, revisa el nuevo episodio de En Palco Condimenta:
El concepto de foodporn, o comida pornográfica en español, nos lleva a aquellas preparaciones gastronómicas que visualmente nos llaman la atención y que, con alta probabilidad, nos hagan salivar. En términos generales, un producto foodporn está elaborado con la debida atención para que a la vista del comensal sea llamativo y que provoquen en él ganas de comerlo. Esta nueva tendencia gastronómica va muy de la mano de la explosión que han tenido estos últimos años las redes sociales, medios por los cuales promueven cada vez más lugares en los cuales encontrar buena y vistosa comida. La ciudad siciliana de Catania, la segunda más grande de la isla italiana del sur, es conocida como una de las localidades donde la oferta de comida “apetitosa” es amplia. Por ello, en nuestra visita, pasamos a conocer in situ algunos de estos lugares, y a disfrutar de comida de muy buen nivel, salada y dulce, y con un aspecto seductor. Partimos muy temprano a una pastelería que, a pesar de estar lejos del centro de la ciudad, cuenta con dulces muy vistosos. Nos referimos al Panificio La Farina (Via S. Filippo Neri, n°s 34/36). Cuenta con una amplísima oferta de pasteles salados y dulces, especiales para un desayuno, snacks o un almuerzo a la rápida. En el caso de los dulces, se pueden encontrar desde los muy sicilianos cannoli hasta el infaltable de cada desayuno italiano: el cornetto. Todos ellos con espectaculares diseños y muchas alternativas en cuanto a sus rellenos. Para el almuerzo optamos por un sándwich más internacional: la hamburguesa. Para ello fuimos a MeCavaddu (Via Antonino di Sangiuliano, n° 261), en el centro de Catania. La novedad es que todas las hamburguesas ofrecidas pueden ser con carne de caballo, una carne muy popular en esta ciudad. Precios muy buenos, sándwiches con mucha carne y la novedad de probar algo no generalizado en nuestro país. Para tomar nuestra tradicional “once” optamos por Chocofusión (Viale Vittorio Veneto, n° 52). Ubicado cerca de las calles más centrales de Catania, y a pocos metros de la estación del metro “Italia”, Chocofusión es el paraíso de lo dulce: chocolates, tortas, milkshakes, copas de helados monumentales y un largo etc., es la oferta de este lugar. Finalmente, para la cena optamos por Le Tre Farine (Via Gulli, n°4) a pocos pasos de las calles más centrales. Este es un restaurante muy bonito, moderno, y con una oferta gastronómica enfocada a las pastas, las pizzas y las hamburguesas. Probamos uno de sus productos estrella: la pizzaburguer; un monstruo que une carne con cebollas entre dos pizzas enteras. Además de la buena atención, todos sus platos tienen una presentación espectacular, foodporn puro. Y si después de leer, tienes curiosidad de como se ven estos sensacionales productos, te invitamos a ver el siguiente capítulo completo de En Palco Condimenta.
Las islas eolias son un archipiélago compuesto por 7 islas volcánicas. Ubicadas al norte de la costa noreste de la gigante isla de Sicilia, Italia, probablemente hacen más noticias por las erupciones de Stromboli (una de las ínsulas que tiene uno de los volcanes más activos de Europa). Pero fuera de la actividad sísmica, son reconocidas como un destino turístico de primer nivel, en especial en época estival. Volcanes, playas, gastronomía y mucha historia son parte de la carta de presentación de las Eolias, todo lo cual las llevaron a ser consideradas el año 2000 como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. De las siete, la principal es Lipari; la más grande en extensión y en población. Con un poco más de 10.000 habitantes, Lipari es conocida también como la isla de los colores, ya que el intenso azul del mar y hermoso verde/café de sus cerros se combinan con edificios alegremente pintados que dan una sensación de estar dentro de esas películas italianas clásicas de antaño. Como buena isla, cuenta con hermosas playas, dentro de las cuales destaca la de Canneto, una de las más próximas al pueblo principal, igualmente llamado Lipari, que además es su principal puerto. De calles estrechas decoradas principalmente por flores y coloridas obras de artistas visuales, sus puntos más bellos son la llamada Marina Corta, un pequeño puerto para embarcaciones menores rodeado por elegantes restaurantes a la orilla del mar y por una arquitectura preciosa, conectada a la calle, a mi gusto, más hermosa de toda Lipari: la vía Garibaldi. Los paseos por lindas calles y el goce de una gastronomía siciliana muy marcada por los productos frescos del mar, no es el único valor de Lipari. También cuenta con un patrimonio histórico-cultural que da cuenta de la riqueza de una isla que fue habitada desde tiempos prehistóricos y colonizada por inmigrantes griegos entre los siglos VII y VI a. de C. Por la ya señalada vía Garibaldi se llega a una larga escalera que lleva a la parte alta del pueblo, la que atesora 3 importantes tesoros: la catedral de San Bartolomeo, iglesia barroca en honor al santo patrono de la isla; el museo arqueológico, considerado uno de los más importantes de todo el Mediterráneo; y su acrópolis, donde se exhiben tumbas antiguas, un teatro romano y que cuenta con las mejores vistas del pueblo. Para llegar a Lipari, el trayecto más corto y económico es partiendo desde el puerto de Milazzo, ubicado en la provincia de Messina, Sicilia (lugar que también recomiendo y del cual puedes leer nuestra experiencia en este sitio web). Zarpan diariamente unas rápidas embarcaciones llamadas hidroalas, de la compañía Liberty Lines. La duración del viaje es de alrededor de una hora. El pueblo se puede recorrer desde el puerto perfectamente a pie. Para recorrer el resto de la isla es necesario arrendar un vehículo, los cuales se arriendan a la salida del puerto. Si quieres conocer más sobre la isla de Lipari, te invitamos a ver el siguiente video.