La isla de Brač se ubica a poca distancia de la siempre muy visitada Split. La forma más simple es tomando un ferry de la línea Jadronilija en el puerto de la citada ciudad. El viaje dura menos de una hora y arriba a la capital de la isla, Supetar. Vale mencionar que el pasaje es notablemente más barato que otros transportes marítimos en el resto de Europa, por lo que un paseo por Brač es perfectamente factible para viajeros de presupuesto ajustado. Ahora bien, llegar para quedarse unos días y aprovechar de disfrutar de sus hermosas y tranquilas playas también es una opción, especialmente para aquellos que buscan descansar. En nuestra experiencia, nos encontramos con un lugar en el cual se respiraba paz, extremadamente limpio, que dista demasiado del ambiente de locura que se vive en la vecina Split y los miles de turistas que pululan por sus calles. Iniciamos la visita llegando al muelle de Supetar, ubicada en el norte de la isla, es una ciudad que no sobrepasa los 4.000 habitantes, y que desde hace 200 años aproximadamente en el centro administrativo de la ciudad. Además de contar con un paseo marítimo muy lindo, que parte desde su marina llena de embarcaciones y continua hacia la zona de las playas, en Supetar destaca lo hermoso y pintoresco de sus edificios, además de la preciosa iglesia de la Anunciación, de estilo barroco construida en el siglo 18. Pero Brač es mucho más que Supetar, por lo que generalmente es el punto de partida para ir a las famosas playas de Bol u a otro de sus pueblos. Para ello, y a pocos minutos del muelle se ubica un sencillo terminal de autobuses que conecta con una buena frecuencia la capital con el resto de la isla. En este sitio también se encuentra la oficina para comprar los pasajes para retornar a Split. Todo muy cómodo. Por supuesto, si pretendes quedarte más de un día y recorrer la isla sin depender de horarios, es imperativo arrendar un automóvil. Pero nuestro destino final fue el pueblo de Sutivan, a solo unos 15 minutos en bus desde Supetar. Si bien existen otros pueblos bastante más turísticos, esta localidad de menos de 1.000 habitantes es conocida por ser en extrema tranquila, un verdadero paraíso para el descanso. Y lo que se dice de Sutivan es totalmente cierto: un lugar agradable, muy bien cuidado y limpio y que cuenta con una costanera no muy larga, pero con mucha oferta para comer y tomar. Al igual que en Supetar, las playas se encuentran a pocos minutos caminando desde la marina en la que las embarcaciones se mueven al vaivén de las ligeras olas. Se siente que es un lugar para recargar energías y donde el descanso es auténtico. Además se come muy bien, como lo puedes ver en el video siguiente video, que te recomiendo para que puedas apreciar la belleza de esta isla, y en especial, de este pueblo alejado de la ajetreada vida citadina.
Split es una hermosa ciudad costera que se ubica en la histórica región de Dalmacia, actualmente Croacia. Por su calidad de puerto, esta destacada ciudad turística es visitada tanto por una gran cantidad de personas que llegan a través de inmensos y lujosos cruceros, como también por su pequeño y renovado aeropuerto, el cual se encuentra a casi una hora del centro. Te recomendamos alojar en el centro histórico o a pocas cuadras de este, de esta forma recorrerla es muy fácil a pie. Como principales atractivos, sin duda, encontramos su casco histórico que se encuentra dentro de los muros de lo que alguna vez fue el Palacio del emperador romano Diocleciano (del cual hablaremos en el párrafo siguiente); playas; edificios antiguos; museos; y una hermosa costanera llamada Riva. Este paseo marítimo, además de su belleza, cuenta con una amplia oferta gastronómica, que -por supuesto- está dirigida al turista. Si quieres probar comida como un croata más, te recomendamos ir a una de las tantas panaderías que ofrecen pastelitos dulces y salados típicos; dentro de estos locales el que más nos gustó (volvimos varias veces) fue St. Burek (Domaldova ul. n°13), que ofrece el popular pastel salado de hoja filo de los Balcanes. Otros locales ofrecen el tradicional cevapi, unas pequeñas salchichas de carne que generalmente se sirven en un pan de pita abierto con alguna salsa a elección. Nosotros probamos esta exquisitez en Ba!cevapi (Križeva Ulica n°1). Lo recomendamos con una salsa de pimentones rojos que es sencillamente espectacular. Pero visitar Split es mucho más: es un lugar con una historia riquísima que se inicia con la construcción, a comienzos del siglo IV d.C., de un palacio para que pasara sus últimos años el ex emperador romano Diocleciano, quien eligió este sector por ubicarse cerca de su ciudad natal Salona. Hoy de Salona sólo quedan sus restos arqueológicos, en cambio ese palacio, tras la muerte de Diocleciano, se convirtió en el núcleo de la hoy ciudad de Split. Primero con grandes muros que la protegieron, luego abriéndose al mundo como una de las ciudades más importantes de Croacia. Hoy cuenta con una oferta cultural importante, tanto en exposiciones en museos, el bello edificio del Teatro Nacional de Croacia y mucho más, que refuerza una tradición nacional en la ciudad donde también nació el padre de la literatura croata, el poeta Marko Marulic (1450-1524). Si quieres conocer más de esta hermosa ciudad y su comida, te invitamos a ver nuestro nuevo capítulo de En Palco Condimenta.
La isla de Brač se ubica a poca distancia de la siempre muy visitada Split. La forma más simple es tomando un ferry de la línea Jadronilija en el puerto de la citada ciudad. El viaje dura menos de una hora y arriba a la capital de la isla, Supetar. Vale mencionar que el pasaje es notablemente más barato que otros transportes marítimos en el resto de Europa, por lo que un paseo por Brač es perfectamente factible para viajeros de presupuesto ajustado. Ahora bien, llegar para quedarse unos días y aprovechar de disfrutar de sus hermosas y tranquilas playas también es una opción, especialmente para aquellos que buscan descansar. En nuestra experiencia, nos encontramos con un lugar en el cual se respiraba paz, extremadamente limpio, que dista demasiado del ambiente de locura que se vive en la vecina Split y los miles de turistas que pululan por sus calles. Iniciamos la visita llegando al muelle de Supetar, ubicada en el norte de la isla, es una ciudad que no sobrepasa los 4.000 habitantes, y que desde hace 200 años aproximadamente en el centro administrativo de la ciudad. Además de contar con un paseo marítimo muy lindo, que parte desde su marina llena de embarcaciones y continua hacia la zona de las playas, en Supetar destaca lo hermoso y pintoresco de sus edificios, además de la preciosa iglesia de la Anunciación, de estilo barroco construida en el siglo 18. Pero Brač es mucho más que Supetar, por lo que generalmente es el punto de partida para ir a las famosas playas de Bol u a otro de sus pueblos. Para ello, y a pocos minutos del muelle se ubica un sencillo terminal de autobuses que conecta con una buena frecuencia la capital con el resto de la isla. En este sitio también se encuentra la oficina para comprar los pasajes para retornar a Split. Todo muy cómodo. Por supuesto, si pretendes quedarte más de un día y recorrer la isla sin depender de horarios, es imperativo arrendar un automóvil. Pero nuestro destino final fue el pueblo de Sutivan, a solo unos 15 minutos en bus desde Supetar. Si bien existen otros pueblos bastante más turísticos, esta localidad de menos de 1.000 habitantes es conocida por ser en extrema tranquila, un verdadero paraíso para el descanso. Y lo que se dice de Sutivan es totalmente cierto: un lugar agradable, muy bien cuidado y limpio y que cuenta con una costanera no muy larga, pero con mucha oferta para comer y tomar. Al igual que en Supetar, las playas se encuentran a pocos minutos caminando desde la marina en la que las embarcaciones se mueven al vaivén de las ligeras olas. Se siente que es un lugar para recargar energías y donde el descanso es auténtico. Además se come muy bien, como lo puedes ver en el video siguiente video, que te recomiendo para que puedas apreciar la belleza de esta isla, y en especial, de este pueblo alejado de la ajetreada vida citadina.
Split es una hermosa ciudad costera que se ubica en la histórica región de Dalmacia, actualmente Croacia. Por su calidad de puerto, esta destacada ciudad turística es visitada tanto por una gran cantidad de personas que llegan a través de inmensos y lujosos cruceros, como también por su pequeño y renovado aeropuerto, el cual se encuentra a casi una hora del centro. Te recomendamos alojar en el centro histórico o a pocas cuadras de este, de esta forma recorrerla es muy fácil a pie. Como principales atractivos, sin duda, encontramos su casco histórico que se encuentra dentro de los muros de lo que alguna vez fue el Palacio del emperador romano Diocleciano (del cual hablaremos en el párrafo siguiente); playas; edificios antiguos; museos; y una hermosa costanera llamada Riva. Este paseo marítimo, además de su belleza, cuenta con una amplia oferta gastronómica, que -por supuesto- está dirigida al turista. Si quieres probar comida como un croata más, te recomendamos ir a una de las tantas panaderías que ofrecen pastelitos dulces y salados típicos; dentro de estos locales el que más nos gustó (volvimos varias veces) fue St. Burek (Domaldova ul. n°13), que ofrece el popular pastel salado de hoja filo de los Balcanes. Otros locales ofrecen el tradicional cevapi, unas pequeñas salchichas de carne que generalmente se sirven en un pan de pita abierto con alguna salsa a elección. Nosotros probamos esta exquisitez en Ba!cevapi (Križeva Ulica n°1). Lo recomendamos con una salsa de pimentones rojos que es sencillamente espectacular. Pero visitar Split es mucho más: es un lugar con una historia riquísima que se inicia con la construcción, a comienzos del siglo IV d.C., de un palacio para que pasara sus últimos años el ex emperador romano Diocleciano, quien eligió este sector por ubicarse cerca de su ciudad natal Salona. Hoy de Salona sólo quedan sus restos arqueológicos, en cambio ese palacio, tras la muerte de Diocleciano, se convirtió en el núcleo de la hoy ciudad de Split. Primero con grandes muros que la protegieron, luego abriéndose al mundo como una de las ciudades más importantes de Croacia. Hoy cuenta con una oferta cultural importante, tanto en exposiciones en museos, el bello edificio del Teatro Nacional de Croacia y mucho más, que refuerza una tradición nacional en la ciudad donde también nació el padre de la literatura croata, el poeta Marko Marulic (1450-1524). Si quieres conocer más de esta hermosa ciudad y su comida, te invitamos a ver nuestro nuevo capítulo de En Palco Condimenta.