El puerto de Bari, como toda ciudad importante del sur de Italia, cuenta con una historia riquísima basada en siglos de dominación de diversas culturas del Mediterráneo. Un poco a la sombra de la popular Nápoles durante los últimos siglos, Bari ha sabido mantener una identidad propia que se enriquece con su ubicación geográfica: dominando el sur del Mar Adriático. Pero la actual capital de la región de la Apulia, o Puglia en italiano, hoy por hoy se ha forjado un nombre como destino turístico atractivo no solo para los italianos, sino para visitantes de todo el mundo. Es que Bari tiene mucho que ofrecer: un casco histórico vibrante con calles estrechas que dan vida a un plano laberíntico; edificios hermosos representantes de diversos estilos arquitectónicos; una hermosa costanera; y, por supuesto (si estamos hablando del sur italiano), una exquisita oferta gastronómica. Su barrio más antiguo, Bari Vecchia, es la mayor atracción de la ciudad: sus calles, viviendas, iglesias y lugares para comer bien son, en mi opinión, el mejor patrimonio de esta zona que transporta al pasado, pero que al mismo tiempo nos muestra como es la vida de barrio en la actualidad. Dentro de sus edificios, resaltan dos grandes iglesias representantes del estilo románico barese: su catedral, la de San Sabino, y la Basílica de San Nicolás de Bari. Esta última, contiene en su interior las reliquias del santo venerado por católicos y ortodoxos, que inspiró al popular personaje de Santa Claus o Viejito Pascuero. Por otra parte, Bari cuenta con varias playas y el paseo marítimo más largo de Italia (al menos de 3 kms. de largo), además de varios edificios del siglo XIX y XX, como el teatro Margherita y el teatro Petruzzelli. Hemos dejado para el final su rica gastronomía. Su situación costera ha inspirado la oferta culinaria de la ciudad. Recomendamos un delicioso sándwich de pulpo en Lo Sfizio del Borgo Antico (Valissa n°53); probar el panzerotto, una especie de calzone típico; las sgagliozze, un snack típico de polenta frita; y la joya de Bari, su focaccia. La foccacia barese contiene tomates, aceitunas y suficiente aceite de oliva (la región de Apulia es su mayor productora en Italia), es hecha en horno a leña y su masa es sencillamente espectacular. Recomendamos el panificio Fiore (Palazzo di Citta n° 38). Visitar Bari es una excelente opción para aquel viajero que quiere conocer otra Italia, alejada de hordas de turísticas, pero con similares bondades que otros lugares de la península. Además, en comparación a otro sitios, no es un destino caro, sin contar que es una excelente base para conocer otro pueblos y ciudades de la Apulia que son sencillamente hermosos, como Polignano a Mare, Monopoli, Lecce, Alberobello, Ostuni o Altamura. Para conocer más de esta ciudad, no te pierdas el siguiente episodio de En Palco Condimenta.
El puerto de Bari, como toda ciudad importante del sur de Italia, cuenta con una historia riquísima basada en siglos de dominación de diversas culturas del Mediterráneo. Un poco a la sombra de la popular Nápoles durante los últimos siglos, Bari ha sabido mantener una identidad propia que se enriquece con su ubicación geográfica: dominando el sur del Mar Adriático. Pero la actual capital de la región de la Apulia, o Puglia en italiano, hoy por hoy se ha forjado un nombre como destino turístico atractivo no solo para los italianos, sino para visitantes de todo el mundo. Es que Bari tiene mucho que ofrecer: un casco histórico vibrante con calles estrechas que dan vida a un plano laberíntico; edificios hermosos representantes de diversos estilos arquitectónicos; una hermosa costanera; y, por supuesto (si estamos hablando del sur italiano), una exquisita oferta gastronómica. Su barrio más antiguo, Bari Vecchia, es la mayor atracción de la ciudad: sus calles, viviendas, iglesias y lugares para comer bien son, en mi opinión, el mejor patrimonio de esta zona que transporta al pasado, pero que al mismo tiempo nos muestra como es la vida de barrio en la actualidad. Dentro de sus edificios, resaltan dos grandes iglesias representantes del estilo románico barese: su catedral, la de San Sabino, y la Basílica de San Nicolás de Bari. Esta última, contiene en su interior las reliquias del santo venerado por católicos y ortodoxos, que inspiró al popular personaje de Santa Claus o Viejito Pascuero. Por otra parte, Bari cuenta con varias playas y el paseo marítimo más largo de Italia (al menos de 3 kms. de largo), además de varios edificios del siglo XIX y XX, como el teatro Margherita y el teatro Petruzzelli. Hemos dejado para el final su rica gastronomía. Su situación costera ha inspirado la oferta culinaria de la ciudad. Recomendamos un delicioso sándwich de pulpo en Lo Sfizio del Borgo Antico (Valissa n°53); probar el panzerotto, una especie de calzone típico; las sgagliozze, un snack típico de polenta frita; y la joya de Bari, su focaccia. La foccacia barese contiene tomates, aceitunas y suficiente aceite de oliva (la región de Apulia es su mayor productora en Italia), es hecha en horno a leña y su masa es sencillamente espectacular. Recomendamos el panificio Fiore (Palazzo di Citta n° 38). Visitar Bari es una excelente opción para aquel viajero que quiere conocer otra Italia, alejada de hordas de turísticas, pero con similares bondades que otros lugares de la península. Además, en comparación a otro sitios, no es un destino caro, sin contar que es una excelente base para conocer otro pueblos y ciudades de la Apulia que son sencillamente hermosos, como Polignano a Mare, Monopoli, Lecce, Alberobello, Ostuni o Altamura. Para conocer más de esta ciudad, no te pierdas el siguiente episodio de En Palco Condimenta.