“Quiero bailar con alguien”: una carta de amor a Whitney Houston
La cinta sobre la fallecida cantante y actriz está disponible en cines del país.
Whitney Houston fue reconocida a nivel mundial por interpretar de manera magnífica el pop, el soul, el gospel y el R&B. Ella sabía cantar por sobretodo.
En esta biopic, realizada por la directora, actriz y escritora Kasi Lemmons, y producida por su amigo y productor musical Clive Davis, además de su cuñada y última manager, se muestra el ascenso de una de las estrellas más grandes de su generación, esto sin muchas reservas, pero tampoco profundizando mayormente en los temas más polémicos.
La trama inicia en los años ochenta, cuando formaba parte del coro de su iglesia y luego de la banda de su madre Cissy (Tamara Tunie), una importante intérprete de soul por ese tiempo. Ella impulsa a su hija a seguir sus pasos en la música y brillar, pero siempre con un dejo de control, igual que su padre (Clarke Peters), quien ve una mina de oro en el talento de su hija, lo que afecta su relación más adelante.
Se muestra el romance con su amiga Robyn (Nafessa Williams) -del que mucho se había especulado- la que también fue su asistente personal. Así mismo se presenta su noviazgo y posterior matrimonio con el cantante Bobby Brown (Ashton Sanders), del que se dice fue una locura que la sumió aún más en la adicción. En ambos casos, no se profundiza demasiado en los detalles.
La música como hilo conductor y su relación con Clive Davis (Stanley Tucci), nos indican que se busca ahondar mejor en su talento, en su éxito, pero sin dejar de repasar los fracasos profesionales.
La actriz británica Naomi Ackie (The rise of Skylwalker), a pesar de no parecerse tanto físicamente a Houston, tanto en su voz hablada, como en sus movimientos nos evoca inmediatamente a la fallecida artista.
“Quiero bailar con alguien”, que es el nombre en español de su primer gran hit mundial “I wanna dance with somebody”, es un filme que los fans de Whitney van a amar, y que los fanáticos de la música también.