“Llaman a la puerta”: un intrigante y atípico home invasion
La cinta dirigida por M. Night Shyamalan llega a los cines el 2 de febrero.
“Llaman a la Puerta” o “Knock at The Cabin” se basa en el libro Paul Tremblay, “La cabaña del fin del mundo”. En esta historia, la pequeña Wen (Kristen Cui) juega en un bosque, al lado de la casa de madera en la que pasa unos días con sus padres, Eric y Andrew. Un extraño, pero muy amable hombre se le acerca, ambos juegan divertidos, pero, finalmente, él le advierte que nada de lo que ocurrirá será su culpa, que tendrán que tomar ella y su familia decisiones difíciles. La niña con miedo vuelve a casa y advierte a sus papás lo ocurrido, ellos tratan de encerrarse, pero nada parece funcionar. Leonard (Dave Bautista), el hombre en el bosque, y tres otras personas más entran en la morada, cada uno porta una suerte de arma medieval. Ellos tratan de ser amables, sólo uno es un tanto hostil, Redmond (Rupert Grint). Todos se presentan, alegan ser personas normales, pero que comparten -desde hace un tiempo- una misma apocalíptica visión, y eso los une en esta misión para salvar el mundo, que los obliga a presionar a esta familia en particular a decidir entre sacrificar a uno de sus miembros o ser testigos del fin del mundo.
Un dilema moral y de fe que mantiene la tensión a lo largo de los 100 minutos que dura el filme, el cual inicia de inmediato la acción, sin mayores preámbulos. Lleno de intensos diálogos y planos detalle de los rostros para captar la desesperación del momento. Acá no hay buenos, ni malos, sólo existen seres humanos imperfectos llevados por el amor, la fe y lo que es correcto de hacer para cada uno.
Si bien, hay un par de cabos sueltos que gustarían que se resolvieran mejor, “Llaman a la puerta” es una película que mantiene la tensión de principio a fin. Además, cabe destacar la actuación de Dave Bautista, ex WWE, que brinda un estupendo trabajo por la fuerza y matiz que pone en la interpretación de Leonard, un personaje complejo y que se lleva el peso de la trama.
En cines desde el 2 de febrero.